miércoles, 2 de abril de 2025

El tiempo es un perro viejo

El tiempo es un perro viejo
y su constantes se pierden
o extreman en la decadencia:
la obsesión vacía de mirar al vacío;
orinar al olor del asfalto;
insistir con tirones yermos
en volver compulsivamente 
a un hogar perdido.
El tiempo es una lombriz
que horada este humus
condenado a lo cíclico
sin dejar atrás otra cosa
que átomos en singladura casual.