martes, 15 de enero de 2019

Cabronías (VI)


Confundieron difundir con saturar
y así están dentro de la M-30:
pisándose los poemas los unos a los otros.
Proseguimos nuestro trabajo de minería
en la periferia, donde se respira un poco mejor
y hay algo de campo tras las escombreras.

….

El lumpen se hace daño y es daño
porque la gente fuma.
Tragas horas extras, pierdes tu pensión
porque la gente fuma.
Nos mean, con tranquila parsimonia,
porque la gente fuma.
Celebramos cuán normal es lo dañino
y por eso nos regocijamos en lo vacío y banal
como un maravilloso sacrificio.

….

Para qué cantaros sobre la orina
que nos vierten a cántaros como lluvia
si en la escucha de este cantar
os resignáis en la ceniza.

….

Folleteos de propaganda en tu buzón abandonado.

….

Sueldos cada vez más bajos en la escala,
pero nada se agita en la de Richter.

….

Malditas tripas traidoras
con sus aullidos de lobo lejano.

….

Desayunar antes antes que el sol:
el presentador del telediario de madrugada
lleva ronco dos días pero no retira su rostro
de la cámara.

….

Esa gente que trabaja duro, trabaja por dos,
aspirando en breve a cobrar el doble…
Esa gente que sólo consigue que el patrón
despida a un compañero y se ahorre un sueldo.

….
Los documentales se exhiben en su pompa
académica, cultural, científica, intelectual…
Pobres documentales soslayando
que también necesitan de la violencia
pues todo se vende al peso en el espectáculo.

….

Comenzó en una grieta africana la infección,
un tercio de millón de años atrás.
El fallo multiorgánico extendido a todo el planeta,
del hielo a la duna pasando
por nuevas ínsulas de plástico.
Ay, la tristeza del arqueólogo,
abismo de ciencia desconsolada.

….

Nunca te dirán que eres tú el conducido
en uno de esos anuncios de coches
rodados en ciudades fantasma.

....

Y en esta guerra de gente desplazándose
siempre ganan los hidrocarburos:
para ellos la abrumadora recta.
Las gentes de a pie y pedal
se disputan un minúsculo rincón,
ralas pasarelas y ángulos muertos
del ingente cauce de cuchillo
que desfigura el territorio.

….

Te vendieron:
que no sabías conducir,
la rala feminidad de los motores,
la cuchillada cada vez que tomaras
un volante en esas manos tuyas
que quieren frágiles,
compañera.
Ahora la política del miedo
con excusa ecoprogre
afirma que sin un corral protegido por muros
no podrás dominar esta ciudad con tu bicicleta,
y que es machista tomar la calle a pedales.





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