martes, 8 de enero de 2019

¿Por qué no me votas?

¡Votadme! ¡Votadme!
Soy la izquierda del ahora,
la del sentido común en el mejor
de los mundos posibles,
la de los generales de la OTAN,
la de la Operación Chamartín,
la del huerto urbano pero la mina astur cerrada
a mayor gloria del carbón de Goldman Sachs;
la del campo andaluz despedazado en Flandes;
la que calla y dobla la rodilla
frente a una corona, una libra, un euro.
¡Votadme! ¡Votadme!
Soy la izquierda, el camino lógico de hoy…
el camino que no pasa
por expropiar y socializar,
tomar los bancos, hidroeléctricas,
dinamitar la ingeniería fiscal,
asaltar sus paraísos…
¡Votadme!
Soy esa izquierda que no imagina
grilletes en las zarpas de una multinacional;
esa que se avergüenza de los muros
aunque detengan el invierno;
esa que no acerroja a las mafias del IBEX
y hace oídos sordos a sus machetazos africanos
pero deja bien abierta la fosa del Mediterráneo;
esa izquierda de académicos equilibrios de obeso
cuando caen las bombas con su noche terrible;
esa que elogia al cañón por su carga de trabajo.
¡Votadme!
Soy la izquierda pragmática que no para desahucios
ni purga a los fascistas de toga y pistola;
la que pide ahora perdón por aquellos sinceros arrebatos
juveniles, puntuales y certeros,
cuando todavía llamaba pan al pan;
la izquierda que encarcela marionetas
y siempre tiene un “pero” preventivo
cuando llega el mordisco de la mordaza
Esa soy. Votadme.
¡Votadme, que tengo dos carreras
y un chalet con piscina!
¿Por qué no me votáis?
¡¿Por qué no me votáis?!


Por qué no me votáis...





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