jueves, 6 de enero de 2022

LEVEDADES III

 Parte de batalla del otoño caído:

Veinticuatro olmos,

cuarenta bellotas de encina,

coscoja y alcornoque;

ocho romeros.
Diez poemarios excavados

en las vetas de mercadillos

con nostalgia y fuga,

y treinta y siete poemas

cabalgando nubes:

todos acolchando tres decepciones

diarias.

Nueve cielos de nueve provincias;

ocho picos de montaña que esconden

libros germinando en la roca.


.....

Nos extraña comprender la edad cuando la distancia entre la infancia y la vejez está marcada por páginas; está medida en páginas.

.....

descanso en mi camino
observando
la lenta marea de nubes y me golpea
lo cierto
soy consciente
vivo la ilusión óptica del vagón
no es el mundo el que se desplaza
soy yo el que huye
quizá porque ni la noche comprende
a la noche

....

Cada otoño una guardia de sonajeros
corteja el flujo del río
cuando los chopos deciden descansar
hasta el siguiente año

....

Cada vez que acepto la rima sé que acepto una mordaza.

....

la cigüeña planea sobre mi barrio
adelanta su retorno dos meses
suspiro susurro tristemente
“qué bonita eres jodía por culo”
la cigüeña y su enérgico atabal
anunciando el primer brote
insurrecto de primavera

....

El olor fresco y acre,
como un hacha verde,
del ciprés que permanece
incluso en el invierno
de los cementerios.

....

Cuando el año amarillea,
cuando el mundo amarillea
siento que todo se oscurece.
No abandono mi sombrero de paja
hasta bien entrado el otoño
hasta que la carne de gallina
y un viento ladrón
me convencen de mi engaño.

....

En la ducha encuentro tus largas canas
aún rubias
escondidas por mis curvas
y me faltan tus refugios
y remolinos de cálido edredón.
Un collar a traición de roce privado,
un largo cabello anudado
sin avisar al cuello.

....

Quemarse la piel en octubre,
en las montañas,
cerca del sol, con una gaita
y un tambor.
Ya puede reventar el mundo.

....

Leer un poema es cubrirse la cabeza
con las manos;
interponer los codos
frente al golpe del mundo

....

¿Y si es en otoño
cuando más nos preparamos para la vida?
Quizá los sueños están condenados
a ser producto de una cicatriz;
quizá las cicatrices sean la condición
indispensable de un sueño.






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