jueves, 20 de octubre de 2016

Refugio en Tierra de Pinares.

Horizonte de girasoles, línea de arena.
Aleteo de hojas nuevas, y de sabia joven,
cerrando la tarde de agosto, abriendo el cielo
de estrellas cálidas, de llanura castellana,
escoltado por los chopos renacidos siempre.

Encuentras palabras, hormigas y estructuras,
y no te encuentran los cursos no escritos ni hallados.
Zumban insectos de madera y jara en flor aquí,
rozando la piel de la memoria, y así el miedo.

Buenas noches, sol, llévate el manto de cereal,
la música drenada de rocío, voz seca
de resina y cristal, de espacio hoy encontrado.

Un tocón es cúpula de catedral perfecta,
y el camino a la era el vuelo de Ícaro aún.

Aquí el refugio de toda guerra, oligarquía,
latigazo, contrato, plusvalor asaltado.
Aquí el retorno cuando ya la herida desborde,
aquí el aguamiel del tiempo sanador y propio.


Agosto 2016, Tierra de Pinares, Segovia

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