lunes, 27 de diciembre de 2021

La primera madrugada de enero

cómo esperas que desee una simple noche de paz
    a quien envenena la luna cada noche
qué esperanza y qué perdón
    podrían ofrecerse
    a quien comienza el año matando un ave
 veinticuatro de diciembre
    y el único villancico que escucho
    son lamentos de sirenas urgentes
    en las autovías
siento un vacío sin doblez,
    como lágrimas sobrias
    en la primera madrugada de enero

plegaria

todas las noches son buenas
    para sentir cómo el odio sacude mis neuronas
    pero en la noche del veinticuatro de diciembre
    dejo de ser persona
    soy un brote de peste negra
        en una soledad tan absoluta
        que ni las olas alcanzan a mojarme
        ni el sol puede herirme
        con su dedo cruel








domingo, 26 de diciembre de 2021

1978; paloma de juguete en la noche de Valencia

No consigo envejecer como dios manda

y me compone un puzzle grotesco de acné,

rodillas gastadas y terrores nocturnos.

Alcanzo ese momento implacable

en el que los achaques pesan tanto como los recuerdos.

Me roza el monstruo dulce y blando de la edad


y me niego a tomar parte en rebeliones contra la rebelión.

En esta cruenta guerra abierta entre píxel y palabra

el elemento más letal y destructivo es la anécdota

resumida en un gif.

Vivimos en el fracaso del doctor Frankenstein,

en el triunfo obsceno de Google, Amazon y Uber.


Habitamos como ovejas el sueño del psicópata:

un mundo de replicantes sobre los que arrecia

sin castigo la tormenta de cuchillas

y donde sin embargo el tedio se acaba instalando

victorioso.

Sentimos el terror definitivo, el terror extremo:

el giro del viento solitario tras la máscara vacía.


Creerse un lobo de las finanzas pero ser

un cangrejo que retrocede tan asustado como el resto.
Saber que todo ha fracasado

cuando incluso la victoria alberga el miedo.

Cómo sentir nada propio si todo está de paso,

si es imposible apropiarse de los días,


si ni tras la muerte te libras de la garra

del dios avaricioso de los banqueros.

Corremos furiosos sin destino

como el conductor idiota que se enfrenta a la niebla

y lo paga con sangre.

Ay, este deslizarse sin conciencia de hacerlo hacia la vejez

pero mal, cada vez más joven y más enfadado.


Estoy más cerca de la muerte que de mi infancia

y sé que mi destino en apenas un par de lustros

será ser una mancha opaca como aquella noche en Valencia,

en brazos de mi madre, borrosa y desdibujada,

cuando una paloma de juguete que desafiaba las plazas

me abrió un mundo de maravillas confusas.


Casi nunca centro en la muerte mis líneas

porque estoy demasiado ocupado en burlarla

durante el tiempo que me resta;

no significa esto que me atemorice: significa

que escapo de su control y navego satisfecho en una balsa

de recuerdos que son un látigo de sal.


Quién quiere la inmortalidad que de nada sirve

en un mundo muerto, una eternidad esperando momentos

de perfección como perfecto es cualquier cielo cubierto de nubes,

momentos sin horarios en relojes, ni relojes en paredes,

ni citas en el calendario.

Me centro en hacer del mundo un anillo y de la noche lecho


y de la mañana un suspiro y de los pasos, hechos,

porque cuarenta y seis inviernos siguen siendo muy pocos veranos

y cada verano es demasiado doloroso para una simple boca.

Absurdos los números, absurdas las matemáticas

que rompen toda lógica pues al sumar tus cuarenta y cinco

y mis cuarenta y seis todo huele a adolescencia.


Escucho en la noche de las autovías

crepitar los pulmones rotos de las ciudades.

Lenta agonía inadvertida y resignada;

todo lo que alcanzo a ver y verbalizar son expresiones

de algo moribundo que no me dejará ni en la tumba.

Sé que a más de uno le encantaría que yo desapareciera,

pero la verdad es que aún me queda mucho odio

acumulado en mi sangre que fermenta.


Por eso no me marcho, aunque mi viaje nunca acabe,

porque quizás perderse sea la condición indispensable del camino perfecto.

Siempre me queda la duda de si el caballo que corre por la pradera

puede comprender el océano, porque creemos vivir en el ritmo de las mareas

pero solo subsistimos bajo los dictados del tsunami.

Me hago viejo; pero siempre que huele a jara,

siempre que huele a hierba seca y mojada

siento que he llegado a casa; es la única reacción cabal

a esos momentos en que escucho palabras ajenas

y asumo que no tengo rincón propio en el planeta.

 

 

 





jueves, 23 de diciembre de 2021

Encender un cigarro y quemarlo todo

Los niñatos se vuelan dedos con petardos ilegales.
Los abuelos fuman puros con humo de lija
sobre el carrito de sus nietos.
La porra del policía que abre las cabezas
se alimenta del silencio de quien aparta la mirada.
El enfermo mental exhibe el cadáver asesinado
y lo pontifica diciendo que tiene casta.
Cria cuervos y te cagarán por todo.
Conciliar el sueño es una cuestión de estrategia.
La gente es malvada desde la infancia
y no comete más maldades por mera supervivencia.
La esencia de nuestra especie se resume sin problemas
en la arquitectura aterradora de la tortura y el exterminio:
coliseos, campos de concentración y mataderos,
estadios de fútbol donde la gente desaparece entre alaridos,
naves industriales clandestinas
donde perros se arrancan las gargantas.
Encendiste tu cigarro y quemaste el mundo entero.
Siento que la historia se ha congelado
que el mundo reposa somnoliento anidando un carámbano
y me sobrecoge el terror y la esperanza
pues las cosas se quiebran fácilmente a bajo cero.
¿Os habéis fijado en que los cielos siempre sobrecogen
cuando no hay resto ni presencia humana alguna
en kilómetros a la redonda?
En estos tiempos en los que los teléfonos censuran
todas las palabras cruentas que nos bajan al suelo,
nunca he follado mucho pero siempre me han jodido.
Qué cruel es la idea de lo eterno en la mente de los niños.
Sólo en la distancia memorizamos los mapas,
sólo en la nostalgia recordamos bien las calles.
Ni de tan cerca que estamos dentro conseguimos tocarnos,
porque la contradicción genética de la poesía es ser asesinada por la rima.
Quizá el silencio al final de todo sea la mayor carcajada.




miércoles, 22 de diciembre de 2021

eskOOmbrO!

Con Luis de Otomo Rcs hemos montado un proyecto de textos sobre bases. La idea es dar mal rollo. Él monta el sonido, yo escupo mis mierdas.


Cómo descansar cada noche

Cómo descansar cada noche si cada noche es una herida sin cerradura;
cómo descansar cada noche si cada noche es una cadena;
cómo descansar cada noche si nos quedamos a solas con la luna;
cómo descansar cada noche si a la mañana somos un castillo de arena. Es terrorífico pensar cuántos síes componen nuestra negación diaria. Descubrir con inevitable resignación que tu sombra es más física que tu cuerpo; que hay más sudor en ella que en tu ropa. En la distancia toda silueta es la de un asesino y luego ya se verá. Intento esperar a las personas pero cada disparo es un pero. Intento repararme en el hombre, pero cada volantazo y acelerón es un “no puede ser”. Así aceptar que somos una suerte de vampiros en la historia, pues no habrá reflejo de nosotros en el futuro, pues solo podemos habitar la noche más larga. No aspiro a la cobardía egoísta de quien espera milagros. Comprendo mejor el futuro contemplando hormigueros. Comprendo peor el presente si lo cuento con los dedos. Cómo no perder la esperanza si llamas libertad a que tu boca huela como el culo de tu coche, si hay un activismo de falsa bandera hundiendo todos los barcos. Grabo notas de voz en un día de viento. Necesito un nuevo diccionario que no mienta, páginas claras en las que descansar las manos momentos que resistan como vietnamitas al tiempo. Con mi mero respirar recibo el legado de fracasos de quienes nos precedieron; su hálito renovado tras el último estertor, verde máquina de un planeta condenado a morir de verde. Paseando me acompañan arbustos rodando, ciclo en pistas duras flanqueadas por ramas de hoja caduca. Hoy no escribo gilipolleces porque basta con lo que pasa. Lo más importante de una casa siempre son los vecinos.



La ratio de ostias crece cada viernes

En el Corte Inglés la poesía se vende al peso y en streaming, troceada por bufones que esperan follar tras el bolo. Los conciertos de hardcore son sesiones del parlamento turco, su violencia tan estúpida como el trabajo asalariado. En el “son chavales, déjalos” está toda la derrota. No nos vamos a engañar: me encanta terminar tarde de trabajar y así tener excusa para no salir de casa y evitar encontrarme con vuestras mierdas. Es mejor vivir equivocado entre plantones que vivir de acuerdo a un mundo que se hunde. El ratio de ostias crece cada viernes y en proporción mengua mi esperanza. Para Pessoa todo era inútil pero no dejaba de escribir por eso el muy pesao. Si un gobierno no puede cambiar lo que gobierna, es que no gobierna, sólo ejecuta órdenes. La competencia conduce a la excelencia en la rapiña y la explotación. Si mantienes como amigo a un enemigo de clase quizás te has equivocado de clase y nos metes en problemas. Muero ahogado por el olor deprimente a barbacoa que flota sobre hectáreas de chalets burbujeros cada finde. Vivo en el miedo por estar rodeado de gente que cree en criaturas mágicas. Últimamente no me hablo mucho con la vida: nos hemos distanciado,
porque siempre hay alguien que mantiene vivo el fuego en la relación
y alguien que prefiere poner el cazo, inmóvil como un lagarto calentándose al sol. Una vez que normalizas que madre o tu hija se prostituyan,
esperan en la cola de la derrota tu sobrinito en un taller y las cooperativas de distribución de heroína, porque la libertad y el empoderamiento, porque todo es debatible, porque tú no eres un puritano. Tras todo elogio al cóctel molotov descansa el andamio del panóptico. Negarlo es negar que el sol sale y se pone. No me rompo los nudillos para que sigáis tragando vodka. Prefiero envejecer con ira y grito en esta furia cretácica que rompe las noches en paseos sin meta ni plan previo. Ácratas contra las cárceles, el garrote y la tortura que rajarían sin remordimiento a quien revienta cachorros de perro. Centros de exterminio depende de para quién. Yo hace tiempo que reconocí el valor de las cloacas y la ostia a tiempo. Mi camino es elástico pues se basa en la rutina de esquivar,
porque sentir y sondear es la esencia del sendero. Supongo que llegar tarde a todos lados y repetir variando casi imperceptiblemente lo ya dicho construye la esencia del viaje, instala la base de roca del camino. Veo desfilar la alegre columna de la guardería por la acera y veo cómo se cuadran las filas del paro, las colas del hambre.



No hay escapatoria

No me detengo a pensar en las certezas,
porque así la inercia se convierte en un trabajo imposible,
en un trabajo durísimo. No me detengo demasiado a disfrutar de los momentos porque ya escucho rondar la culpa. No puedo ser amable con los cuchillos que abren heridas. Inevitable entonces ser como el carbón que mancha y quema pero también calienta. Renuncio a las palabras cuando todo es un insulto. Podría llegar a amar esta tierra si no insistiera tanto en sacrificar a sus hijos a ajenos dioses de muerte que sólo se comunican con silencios. ¿Por qué arder tanto para acabar siendo ceniza? Pues por la luz. Porque la luz. En el parque los niñatos de altavoces inalámbricos se encargan de machacarte con la agenda cultural del Mercadona, con la agenda omnipresente en todos los canales de televisión y de youtube, de radio y de telegram. No hay escapatoria, no hay escapatoria. Usamos con alegría la ferocidad nihilista de las balas pero sólo nos asomamos a su abismo cuando es demasiado tarde. Hace tiempo que dejé de hipotecar mis días a cambio de una promesa incierta tras la muerte. Hace tiempo que dejé de creerme la ostia porque no tengo ni media;
tengo problemas para encontrar la línea entre la estupidez, la incontinencia y la agenda del mercado.



Otoño entre escombreras

En el primer beso aguarda impaciente el último, ningún beso elimina nuestra esencia de seres solitarios. Es imposible ser original cuando sólo compartimos la misma base de datos, la misma base de datos. Amar es sólo una consecuencia mecánica del miedo. Es imposible la elección en un campo magnético. Siempre llega ese momento en el que se extingue la hoguera y su calor, y no sabemos qué hacer con la ceniza. Sé que no hay vacuna ni sutura ni tiritas contra un tipo que se divierte matando. Sé que no hay camino, sé que no hay palabras
y por eso me pongo tan fuerte que ya no tengo tríceps sino triceratops.
El mercado fábrica productos cuyo único objetivo es ser vendidos sin prestar servicio alguno. Quizá sólo seamos un nudo de derivas cuyo único objetivo sea ser lloradas sin epitafio. La poesía nos une y nos separa definitivamente como nos separan nuestras decisiones, como nos une el verso de un piquete si no perdemos todo a manos de un fondo buitre. Vuelan libres y salvajes facturas y cartas de Hacienda,
citaciones judiciales, advertencias de impago y avisos de multa;
flotan rotas en pedazos por el sur de Madrid sus mariposas blancas, su confetti de tristezas. Vertederos donde escondemos las culpas,
escombreras viejas y coches quemados,
charcos de vertidos donde muere la esperanza,
serpientes patéticas de condones usados. Se eriza nuestra piel en los giros del reloj de arena.
La ciudad no deja de extender su necrosis:
penetra violenta y rítmica el territorio con máquinas de metal torcido y lógica turbia. Otoño entre escombreras.




Para qué buscar la humanidad en vagones y plazas atestados

Imagino mi ciudad recibiendo sin alcantarillado la sangre de todas las criaturas que la fundaron, la alimentaron, la sostienen, la proyectan al futuro; imagino mi ciudad con peatones chapoteando en sangre.
He olvidado el móvil en casa y he vuelto al barrio de mi infancia por un día. Me asalta el eco de los rugidos en el polideportivo del barrio rebosando testosterona, rompen el aire; es sólo es un partido y me suena a masacre. Si la vida es inmediata se me escapa; si la rima es inmediata se me escapan los días en que la casa se va pareciendo a un nicho poco a poco con el tejer de las agujas del reloj. En Navidades, Preciados revienta de multitudes corriendo con el frenesí suicida de la perdiz al raso. Cada vez que gritáis cada vez;
cada vez que disparáis cada vez; cada vez que celebráis la nada cada vez;
cada vez que os drogáis cada vez cada vez es más tormentoso y difícil
de cruzar este mar cada vez. Condenado a echar raíces: para el camino se necesitan garras y sangre. Estoy rodeado de orgullosos propietarios de materia gris terriblemente gris. Leo y camino al mismo tiempo. Me advierten de que me voy a caer los mismos que llenan de nada sus teléfonos mientras conducen. Soy mal entendedor del mundo pues siempre equivocado lo anticipo y por eso no comprendo sus preguntas. No olvidar nunca que los prostíbulos,
que los calabozos de la tortura, que la mancha de sangre del suicida desahuciado comparten las mismas calles en las que juegan nuestros hijos, se componen del mismo ladrillo que protege
nuestro descanso hipotecado; no olvidar nunca. Pertenezco a una generación cuya infancia será más segura que su futuro; cuyo futuro desapareció hace veinte años y camina por simple vacío de hacer,
con pasos lastrados que perforan la tierra como meteoros en la nieve, con el peso muerto y culpable de los hechos,
con el peso de ser víctima y victimario. El cordero de Dios en realidad era el lobo y medró gracias al pecado. Los niños y los borrachos siempre están cerca de la verdad por eso matar es un acto ligero en sus manos. Para qué buscar la humanidad en vagones y plazas atestados y rebajas en bares y recitales si ya sólo y en el viento nuestra condición me aterra y desarma. Cuando piensas que nadie es inocente es fácil castigar a cualquiera. Despertarse poco a poco arrastrando añicos,
partículas, pedazos de uno mismo desde el primer café hasta la madrugada,
arrojarse al sueño como quien acepta su tumba. Aferrarse a lo minúsculo del mundo a modo de caparazón. El cordero de Dios en realidad era el lobo y medró gracias al pecado.




Telegram will tear us apart

El mar me pone triste, el mar que oxida mi bicicleta,
el mar me pide la fuga de los cuerpos, de mis días. Se arraciman carreteras y su asfalto nos embiste con la llama de una duda que es de hielo y que no brilla. Telegram ha matado el espacio de pensar. Love will tear us apart. Donde quiera que descansen los ojos agotados siempre aguarda una pregunta que nadie ha preguntado, que no tiene respuesta y si la tiene, tiene punta, un cuchillo sin certezas con su filo preparado. Todos los cuchillos goteando miel y mantequilla pueden gotear sangre mañana. Todos los nortes se han perdido, he cabotado todas las orillas de mis sábanas. Telegram ha matado el espacio de pensar. Love will tear us apart. Dónde tú ves chavales en rebeldía visceral yo solo constato el stock asegurado de violentos productos al servicio de la banca. La gente enseña en redes con orgullo confundido las últimas compras con las que tapar sus nadas. La contradicción irresoluble del obrero de derechas: actuar como si estuviera solo en el mundo pero pensar que el mundo le debe algo. Cómo ser realista y si la realidad es algo absurdo y a estar enfermo y obeso lo llaman desobedecer la norma. Al fusilado le crecen arañas de sangre en el pecho y le invaden las cucarachas el nicho.

Telegram ha matado el espacio de pensar. Love will tear us apart.

Tengo toda mi vida en la pantalla, a mano. Soy como un gato, sólo entrentenme un rato. Tengo agua caliente, lujo de Occidente. Dame un búnker para intentar amar al hombre. La llegada de internet puso de manifiesto la pervivencia del manicomio, su extensión como territorio y calendario, la necesidad de buscar un triángulo afilado que nos rasgue la piel, que quiebre la voluntad de quien te robó la pluma, de quien te escondió el papel. Telegram ha matado el espacio de pensar. Love will tear us apart.



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miércoles, 15 de diciembre de 2021

hay un pequeño apocalipsis de plomo azul sobre Madrid

 a veces odio el sol de invierno por sus golpes de lupa
    que nos desprecian como a insectos
a veces vuelven las avefrías bordando el cielo
    de puntos blancos su vuelo blando
    sin balance pero con rumbo
    y yo siento que todo se repite
    que el vestido del mundo siempre es el mismo
los milanos enhebran con su hilo
    de virgulillas desperdigadas
    el algodón triste de las nubes
    algodón que ni para ropa sirve
    algodón gris
    ya ni siquiera dulce
hay un hambre dolorosa en los caminos
hay un pequeño apocalipsis de plomo azul
    sobre Madrid
cómo quieres que disfrute y me bañe la luz
    si se escuchan los disparos sobre las retamas
hay una batalla de verticales en los eriales
    tropas de postes metálicos que indican gasoductos
    aniquilan la resistencia de los olmos que plantamos
    buscando puntos clave del territorio
    rastreando venas donde germinar semillas
    con la estrategia de quien debe anticiparse
    a lo impredecible del virus
caminar a ciegas por caminos rotos sin temor a la caída
    en mis manos los versos exactos
    la brújula en mis manos
    necesaria
    para atrapar el valor y vestirlo de poesía

viernes, 10 de diciembre de 2021

Notas de voz en un día de viento.

Súbete
súbete mar
sube estoy mal
subes Primark
sube estoy mal
subes Primark
super timer

“Subestimar...”


la capacidad de un algoritmo
para curvarte en ángulo
al reino de la mercancía.


jueves, 9 de diciembre de 2021

Soy un mal lector de poesía

sólo intercambio versos
    libros de versos
    si la moneda de curso es el trabajo
    y el peso de lo que escribimos
    y no su precio de venta al público
    en el mercado
todos mis libros concentran sus estrofas
    de cabo a rabo
    de la última punta del pelo al extremo de la uña
    porque hay todavía muy pocos árboles
    y demasiados egos
me niego a comprar libros
    de tres líneas por página
    de autores inflados como pavos
    que exigen ocupar todo el camino de la hoja
quizás romper la curva del poema
    la figura de las palabras
    sólo sea un truco de rebajas
    para cubrir lo escuálido de lo dicho
suelo preferir una edición bilingüe
    normalmente incluye otro libro de regalo
    es habitual preferir la traducción
    cuando se desnuda
    de artificios y acude a la esencia
certeza triste y angustiada
    sin solución
    saber que nunca comprenderemos
    el poema por completo
cuando cae el libro al fango
    comprendo mejor sus versos
la rima es un bonito juego y un cruel censor
odio el viejo truco de citar sin sentido 
    convocando el miedo a parecer estúpido
    del crítico 
poeta que tanto sufres sólo porque escribes
    ningún verso exculpa tu condición de cómplice
    publicitarse como víctima para evitar la sospecha
    no funciona cuando gritas atención
    en todos los centros
escribes sobre drogas y subido al carro
    porque el poeta maldito es un nicho de negocio
    una herramienta (en el barro) que todo cambia
    para que nada cambie (en el fondo)

lunes, 6 de diciembre de 2021

Txorien hegaldiak ez du axola

 Letras para el EP de Urrun "Txorien hegaldiak ez du axola". Reciclando textos y dándoles forma de canción.






Igel bat dago nire telefonoan

Bada hazten eta bizirik dagoen monolito bat.
Munduan zutabe bat dago bere historia izerdia da.
Udazkeneko hostoek errekak bezala jotzen dute
beren xuxurlak errepideetan behera arrastaka.
Igel bat dago nire telefonoan
zeruko egoeraren berri ematen didala.
Munduaren oinarriei aurre eginez
pantailek denbora lapurtzen digute.
Bada abesti bat egunsentia den
eta ez dago sekula entzuteko astirik.
Ikusten dugunaz harago ziurtasun bat dago
baina ez dugu heltzeko gogorik.
Igel bat dago nire telefonoan
zeruko egoeraren berri ematen didala.
Munduaren oinarriei aurre eginez
pantailek denbora lapurtzen digute.
Erraldoi berdeen armada astinezin bat,
guduaren ostean emaitza triste eta saihestezina,
errautsetan amaitzen den zikloa,
basoak iragarritako amaiera.
Udazkeneko hostoek errekak bezala jotzen dute
beren xuxurlak errepideetan behera arrastaka.


Hay una rana en mi teléfono

Hay un monolito que crece y está vivo.
Hay una columna en el mundo
su historia es de savia.
El otoño las hojas juegan sonando como arroyos
arrastrando sus susurros por los caminos.
Hay una rana en mi teléfono
que me informa del estado de los cielos.
Frente a las bases del mundo
las pantallas roban el tiempo.
Hay una canción que es un amanecer
y no hay tiempo para escucharla nunca.
Hay una certeza más allá de lo que vemos,
pero no hay deseo de alcanzarla.
Hay una rana en mi teléfono
que me informa del estado de los cielos.
Frente a las bases del mundo
las pantallas roban el tiempo.
Un ejército inamovible de gigantes verdes
tras la batalla el resultado triste e inevitable
un ciclo que se acaba entre cenizas
un final anunciado por los bosques.


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Arrosa baten heriotza

Ez dut ukatuko betiko atseden
hartzeko beldurra galdu dudala;
itxaronaldia hain gozoa dela ere ezin
ukatu horrek pixka bat luzatu dezake.
Nire azken itxaropena betiko lokartu da
arrosa baten heriotza urdin gozoarekin izoztean.
Ahots bat zatitan hautsi da
olatuetatik erauzitako aparra bezala
gerora sakabanatzen duen haize batek.


La muerte de una rosa

No negaré que he perdido el miedo
a descansar para siempre;
tampoco puedo negar que la espera es tan dulce
que podría alargarla un poco más.
Se ha dormido para siempre mi última esperanza
con la muerte dulce y azul de una rosa en la helada.
Una voz desvanecida en pedazos
como espuma arrancada de las olas
por un viento que después la desperdiga.


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Guretzat zerua beti bertikala da

mundua esfera bat den arren
guretzat zerua beti bertikala da
mila bertikalez osatuta daude esferak
leherketa bat bezala marraztuta

gure bizitzak linealak dira.
Heriotza ere bertikala da
barrutik datorren arren.
Gure bizitzak linealak dira.

bidean ematen dugun pauso bakoitzek
lurraldean aurrera egitea
bere omenaldi bertikala
hartzen die gure belaunei

olatuak mozten konorterik gabeko itsasontzi
batean atsedena aurkitzen amaitzen duela
naufragioaren bertikaltasun izugarrian
horizontala zeharkatzeko modu bakarra
ozeanotik

lerro horizontalen, motorren,
hamar mila metroen hegalen
etengabeko zalapartan bizi dugu
munduaren gainetik altxatu nahi dugu
Gure buruaren gainetik

galderen eta hutsegiteen gainetik
zerk osatzen gaituen
horizontalki lurra zeharkatuz

kontraesan bertikal batean bizitzez

mundua esfera bat den arren
guretzat zerua beti bertikala da



Para nosotros el cielo es siempre vertical

aunque el mundo es una esfera
para nosotros el cielo siempre es vertical
las esferas se componen de mil verticales
dibujadas como una explosión

nuestras vidas son lineales.
la muerte también es vertical
aunque nos llega de dentro
nuestras vidas son lineales.

cada paso que damos por el camino
avanzando sobre el territorio
cobra su tributo vertical
en nuestras rodillas

cortando olas en un barco inconsciente
que acaba encontrando el descanso
en la verticalidad terrible del naufragio
la única manera de atravesar lo horizontal
del océano

vivir aturdido por el estruendo constante
de líneas horizontales, de motores,
de alas a diez mil metros

buscamos elevarnos sobre el mundo
sobre nosotros

sobre los interrogantes y fracasos
que nos conforman
atravesando horizontalmente la tierra

habitando una contradicción vertical

aunque el mundo es una esfera
para nosotros el cielo siempre es vertical



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Txorien hegaldiak ez du axola

gure begiek kurbak erakusten dituzte
gure gorputzak lerro zuzenak marrazten ditu
bizitza ulertzen dugu
gurutzatzeko borroka bezala

azkenean erortzen den prozesu bat bezala
berdin dio ibaiek nola isurtzen duten
berdin dio olatuen pausarik gabe iristea
berdin dio haizeak hostoak nola miatzen dituen

dena dago higiezinaren aurrean,
dena erori egiten da
beti bere garaipena lortzen duen
hilobiaren indarraren aurrean

txorien hegaldiak ez du axola



No importa el vuelo de los pájaros

nuestros ojos muestran curvas
nuestro cuerpo traza rectas
entendemos la vida
como una lucha por cruzar
como un proceso que cae finalmente
no importa el discurrir de los ríos
no importa el llegar sin pausa de las olas
no importa el barrer las hojas el viento
no importa el vuelo de los pájaros
no importa el vuelo de los pájaros
todo se hace frente a lo inamovible,
todo zozobra
frente a la fuerza de lo grave
que siempre obtiene su victoria
no importa el vuelo de los pájaros
no importa el vuelo de los pájaros

domingo, 5 de diciembre de 2021

Calcetín perdido

Personas y lugares
que vuelven a nuestras vidas
con la dejadez del madero pulido
por las olas
encallado en la arena.
No pasa nada pero han pasado
bocas y silencios y nubes de otra latitud.
Miran con horror el dedo
el conejo
apartan hipócritas la mirada de su edificio
de luna.
Caminos construidos únicamente
con tropiezos.
En la cuenca de los ojos
donde llueve
con criterio equivocado
plantamos un chopo.
Llevar la cuenta de la vida
en migraciones de aves
y visitas a quirófanos ajenos.
Es inevitable sentirse mareado
como una papeleta de voto.
Ser el calcetín perdido
en las entrañas de la lavadora.
Deslizarse en la derrota
que ofertan con trucos las pantallas.
Personas y lugares que nos dieron forma
en un mundo que curva violento las rectas.




sábado, 4 de diciembre de 2021

El mismo ladrillo

No olvidar nunca que

        los prostíbulos,
        los calabozos de la tortura,
        la mancha de sangre
        del suicida desahuciado,

comparten las mismas calles
con los juegos de nuestros hijos,
se nutren del mismo ladrillo
        que protege
        nuestro descanso hipotecado;

no olvidar nunca.

viernes, 3 de diciembre de 2021

Puente de la Inmaculada Constitución

Aunque no es posible
siempre hay medio Madrid
en cada punto de la geografía
en cada puente y libranza.

Cinco días de L I B E R T A D ® .

El puente es un pozo. 

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(no hay ingeniería festiva
para el autónomo).