martes, 29 de agosto de 2023

La vida es demasiado breve para dejar de editar libros

La vida es demasiado breve
para memorizar tus propios poemas.
Lo que escribo es un erizo imposible
de acoger en manos cómodas,
por ello acaba en un descampado
rodeado de asfalto.
El ego de los poetas es descomunal:
Pavese aseguraba que Roma no tenía recuerdos;
Benedetti separaba por grietas
a prostitutas y policías,
como si no fueran parte
de la misma picadora de carne,
como si no fueran dos caras
de una moneda de mil caras.
Y es que la poesía, finalmente,
se consume como todo:
no está por encima de las cosas,
no está por debajo de nada alguna.
Está, como todo lo que arroja sombra
o chispa o recuerdos, sometida
al capricho de manos invisibles.
Con esta ancla aún
voy a vomitar libros sin manos:
no encuentro mejor forma de rabia
y desengaño y trinchera.



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Que se adaptó así:


viernes, 25 de agosto de 2023

"Torre de vigilancia de incendios", plaqueta de ferragosto 2023

 La clásica plaqueta de Ferragosto en edición ultralimitada de dos ejemplares hechos a mano, con ilustraciones improvisadas exclusivas.
Para conseguirla en papel, me escribes o te acercas a algún puesto de Reflector Libros (http://librosreflector.blogspot.com) en algún evento.
Para pagar por ella, y escucharla con bases:
https://davidsanmartin.bandcamp.com/album/torre-de-vigilancia-de-incendios




miércoles, 23 de agosto de 2023

A la hora de los mosquitos

Intento encontrarlo todo

a la hora de los mosquitos,

la hora más dorada,

la del lápiz fugitivo,

la hora de buscar el cielo

que se apaga y se enciende

al unísono,

la hora de pensar otros días,

la hora de lo que pudo ser,

de lo que ya no queremos ser,

la hora en la que el azul confuso

de aquellas montañas nos provoca

y se burla del camino que dejamos de lado

porque nos dejamos,

porque nos dejamos dejar.

A esa hora intento encontrarlo todo

cuando todo parece perdido.


domingo, 13 de agosto de 2023

Anhelo una barbarie...

Anhelo una barbarie
que me libre de toda responsabilidad,
que haga funcionar las matemáticas
por una vez en la vida,
que dé sentido a una bofetada
con la que cortar un flujo de navajas.
Anhelo dejar el peso de las bibliotecas
y las escuelas, barricadas y museos,
lo colectivo;
que esta gravedad se pierda un tiempo,
hasta resolver a ostias el nudo
que retiene los caminos,
el nudo de mi estómago.
Anhelo la barbarie honesta sin parlamentos,
cara a cara de perro,
reflejada por fin en un río limpio,
y poder ser sin ángulos ni grapas,
poder ser sin necesidad de encuadernación.
Anhelo el final del humo,
la claridad de un horizonte abierto
donde mis manos sean responsables
de sus golpes y silencios,
sin dobleces, sin rodeos ni excusas.
Anhelo un poco de jungla
donde el miedo levanta templos
y se cierran las ciudades.

viernes, 4 de agosto de 2023

Esta incapacidad de silencio

Esta incapacidad nuestra
de silencio, de callar,
este no poder evitar treparse
a hombros del mundo,
la gran punta de lanza que somos
ansiosa de nuevos triunfos,
nuevas heridas en el viejo caer.
Nos creemos lágrimas únicas
en un tsunami cíclico y sin pausa
enormemente monolítico de penas.
Esta incapacidad de silencio
donde nunca alcanzaremos
la fortaleza del jilguero, del verdecillo.
Nunca podremos levantar a pulso
en el aire nuestro cuerpo,
aferrados apenas con tesón de mármol
a un rayo de luz, a un rugoso ángulo de viento.
Nunca llegaremos a algo tan hercúleo,
por esta incapacidad nuestra de silencio
en este estado de cosas
siempre corriendo para todo,
siempre corriendo para llegar a las cenizas
de fuegos que no encontró Prometeo alguno.
Esta incapacidad de callar,
de dejar de sentirse centro de lo que es,
aunque la ausencia de palabras defina todo
con más fidelidad que nuestra voz.


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Que se adaptó así: