lunes, 25 de julio de 2022

Mirador de Despeñaperros

mirador de Despeñaperros
basuras latas vacías de alcohol
y bebidas energéticas
chustas de porros
bolsas de plástico polvorientas
grafitis ágrafos
ramos de flores falsas
de pésima calidad
grotescas pintadas a spray
“te quiero siempre juntos”
mirador de Despeñaperros
lo han convertido en un lugar horrible
muestrario de un tipo de sentimientos
que se encuentran cómodos entre desperdicios
declaraciones de amor de rebajas
que sólo son otra forma de odio
hay un grito gastado y sucio
hay un eco de barrio rebajado
un resonar de salto suicida

viernes, 22 de julio de 2022

Que el trigo dé su fruto querrá decir algo ¿no?

"I'm not a tourist, I live here"
Active Minds 


Te llaman turista por admirar
nostálgica
las calles de tu ciudad.
En las aceras
sólo hay espacio para la prisa.
Una casa de apuestas,
un banco y un tecnocasa
en apenas un párrafo de bulevar.

Se desprecia el tiempo libre.

Cómo va a existir el tiempo libre
si nuestro cuerpo y lo que decimos
tienen fecha de caducidad.
Pero, que el trigo dé su fruto
querrá decir algo ¿no?
El calor es constante plomo susurrado.
Este calor cuando los labios
son dos niños pequeños
que tropiezan torpes.
Hay niños que nacen
con un témpano en la boca
que nunca saciará su sed.

En el calor aplastante,
de gargantas agobiadas,
un cigarro te da el tiro de gracia.
Un cigarro,
un simple cigarro
te arruina el mundo.
Un cigarro no es un simple cigarro.
Una colilla que destruye un bosque
no es un accidente,
es el suicidio colectivo de una secta.

Qué tristeza la del fuego
que sólo puede engendrar ceniza,
qué fe ciega y fuerte la del fuego
cuya ceniza engendra vida,
qué trabajo inútil el del fuego
que destruye lo que germinará otra vez.

Intentas volver al mar.
Sentirte pecio
que ve pasar la historia
sobre sí
en el éter aguamarino.

jueves, 21 de julio de 2022

Por qué siempre imaginamos viva a la rosa...

Te miran como a una loca
vas leyendo libros por la acera;
una horda de gente
mirando teléfonos al volante.
Todo al revés.
Háblame
para poder dejar
de escucharme
a todas horas.
El click de un ratón
es el crash de una nación.
Donde estaba mi tienda de bicicletas
ahora hay una casa de apuestas.
Todo al revés.
Colegios atrincherados del verano
con persianas bajadas y luces encendidas
disertando sobre el cambio climático.
Todo al revés.
Parque del Retiro
parque temático
parque traumático;
solo estoy cómoda
sola
a la hora
en que los cuñaos se retiran
al vermut.
Criaturas frutales,
infantiles y brutales.
Por qué siempre imaginamos
viva a la rosa
en esta barca que no hace aguas
sino sangres.
Espero que Dios exista
para que tanta hijoputez tenga sentido.
Háblame
para poder dejar
de escucharme.




miércoles, 20 de julio de 2022

Élitros en la balanza

he empezado a mirarte
a mirarnos
a mirar este planeta nuestro
como quien mira 
como vosotros miráis el muslo de pollo en el plato
los mejillones borboteando en vuestra olla
me diréis que solo hay un mundo
y yo os digo que no
que hay billones de mundos
me dirás que cada persona es única
yo te digo que cada animal es único
me dirán que no podemos comparar
que no podemos compararnos a un escarabajo
les diré que todo es comparable
la tortura y la bomba nuclear
y la obsolescencia programada
y el tabaco y los élitros
y que sólo importa el material
con el que se construyen las balanzas...

viernes, 15 de julio de 2022

Recordamos el pavor del eclipse

Recordamos el pavor del eclipse 
sobre las pirámides de Egipto o Mesoamérica,
sobre los jardines de Babilonia,
sobre las plazas, templos, ágoras y torres
de civilizaciones ya enterradas.
Recordamos el terror del eclipse y ahora
no comprendemos cómo andamos tan cómodos,
tan al gusto, tan plácidamente entre tinieblas.
Así somos hormigas de espalda rota de trabajo
detenidas en su trayecto, mirando absortas
esa enorme suela que baja sin pausa,
cubriendo el sol, el cielo, las aves,
segura y lenta como el recuerdo,
sólida como cualquier final.

miércoles, 13 de julio de 2022

Los que no han dormido pero siguen sin despertar.

los que no han dormido
los que han tirado su vida por el retrete de la noche
gateando en alcohol y palabras apenas balbucidas
y menos llenas
esos que aún viven ayer
me miran con el gesto de quien quiere llegar
el primero a la meta
de una carrera que no importa a nadie
me miran agresivos y burlones con desprecio
rumiando cosas inconexas

yo los miro desde el día de mañana

los que no han dormido
apenas recordarán un par de retazos
de una noche idéntica a mil noches
una noche vacía como mil noches

yo de vuelta a casa
he visto amanecer mientras regaba mis árboles

yo miro desde el día de mañana
a los que no han dormido
mientras anoto todo en mi diario de agua



jueves, 7 de julio de 2022

Una colilla y su incendio

Acaso ya algo más directo
más claro
que una colilla y su incendio
y todo su bosque calcinado;
acaso ya forma más clara
más directa
que resuma la estupidez
suicida y malvada
que somos con baba en los labios.
Quizá deberíamos guardar
lo más sólido de nuestro odio
para el cobarde que calla,
que asume,
que curva el mundo en su genuflexión;
y no tanto para el audaz que abusa
de la tibia recta de las cosas.
Caer en la tentación sigue pesando menos
que caer en la culpa satisfecha del esclavo.
Hay lugares y biografías
en las que el sonido de un motor
es el sonido de un cuchillo.
No la esperanza de un viaje o un servicio;
sino la certeza sola
de una bala cruel y sin metas ni motivos.
En un mundo de tiranía y oscuridad
los leves chispazos, minúsculos relámpagos,
no tienen derecho alguno a hablar
sobre lo inevitable o lo efímero,
me temo.



miércoles, 6 de julio de 2022

A quién le importa el poeta prometeico

Dicen que un poeta es valiente

por escribir en metáforas,

por hablar como en sueños,

por no decir nada claro

por muy claras que estén las cosas.

Hablar de valentía refugiados

en el mismo mecanismo cobarde de los golpes.

Vivimos en un mundo de burbujas

cuyas fuerzas centrípetas

de gaviota

son mayores que las del planeta.

En el museo todo el mundo gira a la derecha,

el espacio se hace insufrible, insuficiente,

se sigue cobrando la entrada

y miramos mal al de al lado.

El poeta despierta sin fuerzas,

como quien ha subido y bajado una montaña

sin darse cuenta.

Guarda en la jaula de las encías

la destructiva furia de las palabras

que no llegan a decirse nunca,

que no se atreven a ser agua

para escapar de la boca,

que quedan atrapadas aleteando

entre los dientes.

El poeta queda callado

y hace de ello bandera sin lógica,

como el obrero de derechas

se cree mejor que el resto por tener trabajo,

se cree imprescindible

por producir un nuevo rico

y perder lentamente así su vida.

El poeta se aferra al silencio

pues allí no hay luz acusadora.


A quién le importa el poeta prometeico

en un mundo lleno de buitres, 

León Felipe.