Intento encontrarlo todo
a la hora de los mosquitos,
la hora más dorada,
la del lápiz fugitivo,
la hora de buscar el cielo
que se apaga y se enciende
al unísono,
la hora de pensar otros días,
la hora de lo que pudo ser,
de lo que ya no queremos ser,
la hora en la que el azul confuso
de aquellas montañas nos provoca
y se burla del camino que dejamos de lado
porque nos dejamos,
porque nos dejamos dejar.
A esa hora intento encontrarlo todo
cuando todo parece perdido.
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