domingo, 28 de enero de 2018

El árbol

El arbol: 
- Yo estaba aquí antes. 
Como un buldócer siofascista, 
desraizaste el horizonte y 
anegaste de cemento 
el cielo. 
Yo estaba aquí antes, 
y te vi nacer, 
pupilas plenas 
de pulsiones de muerte, 
queriendo mamar del orbe 
hasta el polvo sin solución. 

El árbol: 
- Yo estaba aquí antes 
y tras tu caricia dejé de ser bandera, 
me licué en catálogos de Ikea, 
fui célula pulmonar arrumbrada de cáncer 
y proteína tejida de virus grasientos en McDonalds. 

El árbol: 
-Yo estaré aquí después. 
Toda tu nefasta gloria, 
tus cúpulas necrotizadas, 
tus parlamentos de vientre hinchado 
y hueso infantil, 
tus baños de napalm y fósforo blanco, 
tus cataratas de excedente alimentario 
en fosas comunes o marinas, 
tus autopistas blancas talando neuronas, 
tus mercados de carne sin velos… 


...todo tú, por fin, servirás, 
inerme y ya inocuo, 
filtrado por la tierra que escupiste, 
recogido por la savia que envenenaste, 
florecido por el futuro del que huías, 
el futuro al que te precipitas.

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