El arbol:
- Yo estaba aquí antes.
Como un buldócer siofascista,
desraizaste el horizonte y
anegaste de cemento
el cielo.
Yo estaba aquí antes,
y te vi nacer,
pupilas plenas
de pulsiones de muerte,
queriendo mamar del orbe
hasta el polvo sin solución.
El árbol:
- Yo estaba aquí antes
y tras tu caricia dejé de ser bandera,
me licué en catálogos de Ikea,
fui célula pulmonar arrumbrada de cáncer
y proteína tejida de virus grasientos en McDonalds.
El árbol:
-Yo estaré aquí después.
Toda tu nefasta gloria,
tus cúpulas necrotizadas,
tus parlamentos de vientre hinchado
y hueso infantil,
tus baños de napalm y fósforo blanco,
tus cataratas de excedente alimentario
en fosas comunes o marinas,
tus autopistas blancas talando neuronas,
tus mercados de carne sin velos…
...todo tú, por fin, servirás,
inerme y ya inocuo,
filtrado por la tierra que escupiste,
recogido por la savia que envenenaste,
florecido por el futuro del que huías,
el futuro al que te precipitas.
- Yo estaba aquí antes.
Como un buldócer siofascista,
desraizaste el horizonte y
anegaste de cemento
el cielo.
Yo estaba aquí antes,
y te vi nacer,
pupilas plenas
de pulsiones de muerte,
queriendo mamar del orbe
hasta el polvo sin solución.
El árbol:
- Yo estaba aquí antes
y tras tu caricia dejé de ser bandera,
me licué en catálogos de Ikea,
fui célula pulmonar arrumbrada de cáncer
y proteína tejida de virus grasientos en McDonalds.
El árbol:
-Yo estaré aquí después.
Toda tu nefasta gloria,
tus cúpulas necrotizadas,
tus parlamentos de vientre hinchado
y hueso infantil,
tus baños de napalm y fósforo blanco,
tus cataratas de excedente alimentario
en fosas comunes o marinas,
tus autopistas blancas talando neuronas,
tus mercados de carne sin velos…
...todo tú, por fin, servirás,
inerme y ya inocuo,
filtrado por la tierra que escupiste,
recogido por la savia que envenenaste,
florecido por el futuro del que huías,
el futuro al que te precipitas.
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