miércoles, 16 de diciembre de 2020
Lista de espera
jueves, 10 de diciembre de 2020
Letras para el 4º EP de Heridas de K
Letras improvisadas y grabadas sin pensarlas mucho.
Cómo limpìar un río
Cómo limpiar el río de nuestras huellas.
Dónde están las manos que abren sus ventanas,
que encuentran en sus paredes el calor de lo vivido.
Cómo caminar en este alambre tenso
entre realidades que nos desdibujan
y saber lo que somos, y saber qué queremos,
y elegir las quebradas caricias que esperan
en un valle secreto.
No dormir en las rendijas, ser otro aire, otro viento,
un sendero escondido que nos lleva a cielo abierto.
Donde somos sólo agua y sólo hielo.
Donde el eco del glaciar es el tuétano
de nuestros huesos.
miércoles, 9 de diciembre de 2020
Plaga de conejos
Constantemente en la radial de fumigación atronadora,
decenas de coches densos como grasa zumban mil por minuto,
sobre los límites de velocidad permitidos en cualquier anatomía,
anatomía nacida y nutrida de gases negros como almas de oligarca;
partiendo el territorio su serpiente circular de hastíos,
yendo en tropiezo eterno a vender malamente su fuerza de trabajo
por un sueldo obligado en su vergüenza, por un sueldo de mierda,
acelerando sin norte por la radial en contra de todas las bocas.
Al lado de esa arteria de la miseria vestida de luces metálicas,
al lado de todo esto dicen, dicen que hay una plaga…
de conejos.
Vidas atascadas para producir cosas que no necesitamos,
como cuchillos sin pan y labios sin futuro, sin sombra,
se desesperan en celdas con aire acondicionado y lector USB.
Una fotocopia de una fotocopia de una fotocopia.
Decenas de miles de vidas subsumidas a cada instante
en interés de minorías podridas en cuerpo y alma
pero con paraísos de compra y venta y banderas de recambio en el todo a cien,
matando y esquilmando el planeta, su tuétano y sus albas...
Al lado de todo esto dicen, dicen que hay una plaga…
de conejos, y por eso hay que matarlos,
porque el descaste lo decide el más cruel,
el que hace de la lepra su herencia y su legado.
sábado, 5 de diciembre de 2020
Hay una medalla de la URSS en Venus (todo está en Verhoeven)
Somos de una tierra antigua como la mordedura del cielo,
pero nos esforzamos en vivir en balsas a la deriva.
Hay una medalla de la URSS en Venus
pero ahora el patrón es un algoritmo,
y la burguesía un sueño húmedo para cobardes.
Que baje la niebla para cubrir las cunetas ateridas.
Hacia atrás se dirigen las preguntas,
donde las certezas son más sólidas.
Las cloacas siempre serán inevitables,
porque siempre serán necesarias:
es su curso de miasma lo que ahoga las voces.
En estos días de aluminio gastado,
de palabras abiertas de piernas
a cambio de monedas con moho;
de penas en bucle
y lanzazos como alientos últimos
donde baila un parpadeo de balas;
en este tiempo los dientes
son el puente erosionado
bajo el que cobijar las vergüenzas.
El lumpen se caga en la escuela de Ferrer y Guardia
a cambio de los restos del banquete.
No ofreceremos más nudillos
para que sigáis tragando priva.
Hemos manchado de café las agendas,
es lo más parecido a una cicatriz de bala
que recuerde quiénes hemos sido.
Es la hora del pan prieto
y las manos aferradas a la carne de la tierra.
No es momento de vuelos sin rumbo.
Tocaremos la misma canción en bucle constante,
perderemos la pasión pero ganaremos el cielo.
Hay una medalla de la URSS en Venus.
Hay una medalla de la URSS en Venus.
Desde el quince eme todo es una eme.
Todos los hombres violan en potencia.
Guerras, putas y clases siempre las ha habido.
Esto es lo que hay: el pez grande se come al chico,
El Pais y sus lacayos romantizando la pobreza,
Corrales bici y otros feudos de lo sentido sobre la materia;
cincuenta por ciento de paro
pero necesitamos más emigrantes muertos en el estrecho
para el ejército de reserva de los desempleados
que justifique el dinero en Suiza.
La revolución era Loreta segregada y empobrecida
escondiendo el pene por las esquinas donde se vende.
Todo ha cambiado, pero no ha cambiado nada.
Hay una medalla de la URSS en Venus,
hay certezas todavía pero no las vemos.
Estamos solos y nada tiene sentido entre las estrellas
salvo esta voluntad de virus tan odiosa.
El mundo está lleno de hijos de puta
poniendo puertas al campo escopeta en mano.
Qué fácil es ser el más malote del barrio
cuando no pagas el hospital.
Todo está en Verhoeven.
Todo está en Verhoeven, sí,
pero hay una medalla de la URSS en Venus.
Hay una medalla
de la URSS
en Venus.