jueves, 10 de diciembre de 2020

Letras para el 4º EP de Heridas de K

Letras improvisadas y grabadas sin pensarlas mucho.

Cómo limpìar un río

Dónde está la lengua que habla de estos días.
Cómo limpiar el río de nuestras huellas.
Dónde están las manos que abren sus ventanas,
que encuentran en sus paredes el calor de lo vivido.
Cómo caminar en este alambre tenso
entre realidades que nos desdibujan
y saber lo que somos, y saber qué queremos,
y elegir las quebradas caricias que esperan
en un valle secreto.
No dormir en las rendijas, ser otro aire, otro viento,
un sendero escondido que nos lleva a cielo abierto.
Donde somos sólo agua y sólo hielo.
Donde el eco del glaciar es el tuétano
de nuestros huesos.




Nuestros cuchillos serán mucho más crueles

Gotas en la ventana, el gato en el jardín.
Las grullas cortan el cielo cuando vuelves aquí.
Un tiempo irreal, sin asideros.
Un silencio mortal, asfalto y cemento.
Rota está la cadena y el esclavo no quiere huir,
asustado de las nubes y del viento,
y del sol de abril.
Nada rompe el miedo de quien de miedo se alimenta.
Nada pone caminos en los pies del que tiembla.
Hay una nueva geometría en las calles,
nuevas distancias y abismos insondables,
caras que esconden la voz como nunca la escondieron,
miradas abandonadas por las palabras del silencio.
De esta saldremos convertidos en mejores personas.
De esta saldremos haciendo mejor la guerra.
Nuestros cuchillos serán mucho más crueles.



Corza asesinado por un mierdas

Sus huellas mueren en el arroyo.
Sus ojos cansados. Ya no la oigo.
Ya no será una sonrisa en el bosque,
ese secreto que espera en el monte.
Toda su fuerza, su limpia silueta
desparecen en las babas de la bestia
que apenas sabe hablar sin cagarse encima,
ectoplasma que vomita en la vida.
Nada como su luz al anochecer,
como su vuelo de curva inadvertida.
Eres mono contrahecho
que se baña en excrementos,
una boca sin palabras,
los sueños que todos odian.



Mujer loba

Sedienta de luna, sedienta de ira,
como en aquel tebeo de Alan Moore.

Sin descanso, sin un hogar.

Rodeada de tedio, sufriendo en silencio.
Helada en invierno, perdida en lo azul.

Sin descanso, sin un hogar.
Un mundo hostil, balas de cristal.

Despacio se abre la herida del cielo,
deprisa se pierde tu voz en el tiempo.
El miedo da paso a la furia y la rabia,
destrozas la cárcel de las miradas.

No esperas ya nada que no esté en tu mano.
Confusa y cansada de este mundo extraño.
Tanta violencia, tan pocos resultados.
Estamos tan perdidos, vivimos tan enterrados.

Sedienta de luna, sedienta de ira,
como en aquel tebeo de Alan Moore.





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