domingo, 17 de noviembre de 2019

Dos chicos se besan a la luna de la verbena

Dos chicos se besan a la luna de la verbena.
Frotando sus sonrisas hasta arder,
resbalando en la piel.
Sus líneas de alabastro pierden la rigidez
y son flexibles como gatos antes del amanecer.
La curva de sus siluetas
son cucharadas de helado de café.
Se funden sus bocas, hierve la madrugada al caer.
El sol pinta de naranja la turmalina del ayer.
Mirar el día y su sol sin regreso.
Iris quemado, lava entre los dedos.
Lotería, un cálculo extraño,
reparto absurdo de amores de sábado.
Esta levedad que te embriaga es una raíz
que todo lo sostiene.
Caricias del exilio y la jarana,
agua en el camino
sin gente.


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