Siempre hay gatos en todas las ruinas del planeta.
Al sol, indolentes, con su muelle mirada de desprecio
frente al trajín vacío de las ciudades que se esfuerzan
por parar el calendario, corriendo a ser polvo.
Al final de esta violencia, de este querer saltar
Al final de esta violencia, de este querer saltar
por encima de la luna,
sólo quedarán gatos en las ruinas de lo que fuimos,
sonriendo sarcásticos con sus ojillos medio cerrados.
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