sábado, 30 de abril de 2022

Navegantes

Una madre, inminente,

desafía al caballo del mar

no por deporte mas por miedo

al mañana que le crece dentro.

El surfista cabalga esas mismas olas,

siempre retorna intacto a la playa,

satisfecho de su triunfo caprichoso

de volteretas líquidas.

Con suerte la madre llegará

de rodillas

a la misma orilla,

satisfecha en dos partes,

aliviada por dos,

desbordada de alegría,

si tan sólo la espuma oscura

de esta noche

sin luces de costa ni aguja de imán

quedara atrás el tiempo justo,

el tiempo exacto.


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