sábado, 30 de diciembre de 2017

Vivir en el lavavajillas

Vivir en un lavavajillas.
Un húmedo y cálido útero alumínico
con caricias de metrónomo,
besos aspados,
edredón de agua jabonosa.
Y olvidar,
y cerrar los ojos,
tapiar los oídos a las bombas,
al afuera sucio y enfermo.
Dejadme en mi burbuja
cúbica, metálica y acogedora,
de brillos como abrazos,
de rotores que cantan
y rumores mecánicos que cuentan,
que cuentan sueños
donde los androides sueñan
y la lana de sus ovejas soñadas
teje pompas de detergente
que resguardan infancias.
Ay, vivir en un lavavajillas
que abra su boca vaporosa
con aliento de dragón amable.
Seré contorsionista,
mapa plegado de deseos imposibles,
tragaré con ávida dulzura
el jarabe de la botella de Alicia…
Haré lo que sea
por reducirme del mundo y bajar
a las tibias profundidades libres de cal,
recorrer la ingeniería laberíntica
de ruido y limpieza autómata,
donde me lavaré las cargas y miedos,
donde me reconciliaré con mis pecados.
Dejadme dormir este año
programado a cuarenta grados,
para que el ardiente dedo de la soledad que gira
desincruste la grasa de tantos días,

las penas del calendario.

viernes, 29 de diciembre de 2017

Los bukowski de esta temporada

Alcohol y pollas
y la noche y la cocaína
y las pollas y los espejos empolvados
y los coños y fumar,
fumar tabaco, fumar hachís,
nubes de humo cubriendo tu cara
en feisbuc, en instagram,
caspa, caspa, caspa,
y emborracharse
y épicas roñosas de baños de bar
y otra polla y otro coño
y cocaína y Bukowski
y el nombre que esté de moda esos meses,
y conciertos muy raritos
de grupos bohemios
y más sexo, pero guay e intenso
y nocturno y rebelde, eh
con mucho alcohol, eh
y pollas y coños

y a la décima polla,
y a la enésima línea blanca

me largué de tu recital de poesía,
que parecía haber sido diseñado
en un despacho de la CIA
en la época en que desanudaba
rebeliones juveniles
y contracultura de cartón piedra
intentando inocular virus
al bloque soviético.

Me echaste del garito glorificado del rollo,
con tu colección de nadas alienadas
que forman el cimiento del sistema,
intensidades emocionales
de anuncio de vaqueros y colonia,
la evasión como oferta
para una demanda previamente forzada
en pantallas y redes,
empaquetada "Vida Salvaje 100% natural",
consumir con moderación,
siga las instrucciones
de la más oscura web-colectivo del momento,
esa otra cara del noticiario de Antena 3.

viernes, 10 de noviembre de 2017

Entrar al trapo

Me confundí pero acerté.
Por eso acerté.
Por la confusión.
En el comunicado había escrito
"espacio autogestionado",
pero en el micrófono
todo un mundo
todo un calendario
me escucharon decir
"espacio autosugestionado".
Y así cayeron los velos,
y así habíamos perdido
la guerra. 

jueves, 12 de octubre de 2017

La tormenta de la puerta de al lado

La electricidad que hoy flota,
no alimenta, no aviva pupilas;
es amenazante y rebosa ecos,
nos asusta con sus caminos cerrados.
Filo de hielo haciendo pedazos
diafragma, corazón,
el propio respirar.
El cielo amarillea de viejo:
lignina, moho y fascismo.
No podemos creer lo que vemos,
nuestros dedos no reconocen calendarios,
el grito queda ahogado en callejones,
sin salida están las palabras.
El silencio como bala defectuosa,
mojada pólvora en la lengua,
la pérdida y el desamparo,
el vecino perdido
tras el nuevo uniforme de la normalidad.
Donde extendimos la mano
se truncaron muñecas,
en cuadro roto de falanges y garras.
Ya no sé quién me saluda
ni si apretará el gatillo.

jueves, 10 de agosto de 2017

El Norte de repente.

Recobrar,
agua que irrumpe
en las esquinas del día,
espumeante y fiera,
palpando las paredes
del molde cotidiano.

Son más fáciles de evitar
las escaleras automáticas:
sus pulidos dientes
de madre consentidora
devienen insulto pueril
a la memoria de los acantilados.

No hay roce de helecho
ni arcaico siseo de roble
en el subsuelo de Madrid.
No hay sudor de hiedra
ni el crujir de los pasos
en la memoria de las acículas,
ni túmulos milenarios
en la hora punta del todo a cien,
de las conversaciones apresuradas
entre humos y codazos
en el tiempo del café.

Un vagón es un ataúd,
bosquejo de campo de concentración.

La memoria se rearma con aromas
de yodo, caracola y humus,
de fango y arrullo de arroyo
que se descuelga por líquenes
y fresco musgo.

La memoria es niebla que transporta
relinchos, valles, un lejano balido.

La memoria, llena de verde,
rescata el cuerpo de esta cárcel
de óxido y ruido,
asfalto y pez,
y ofrece licor de esmeraldas y tierra
que nos conduce, devoto y primigenio,
a la cordura y al saber parar a tiempo.

(Madrid, 2010)

lunes, 31 de julio de 2017

Afueras del desplome

Molestísima sinestesia,
oleaje en el vientre,
la nube de mierda sobre Madrid,
repugnantes graves surgen
del coche tuneado del lumpen.
La ciudad termina en cascadas,
la periferia son fichas de dominó
que caen coordinadas.
Los barrios se desploman
sobre vertederos, chabolas
y torres de alta tensión.
A dos ruedas navegamos,
esquivando estos restos
de naufragio.

sábado, 29 de julio de 2017

Madrugada en hospital

El pasillo es gélido,
incluso en la noche de julio.
Luz de leche verde…
luz de madrugada.
Linóleo espejo, ventanas
que nunca abren del todo,
nunca ignorarán caídas.

Los viejos terminan,
globos que deshinchándose insuflan
en semilla final su tiempo
a quienes los suceden.
Como fascinados espectadores
de la última gorgona,
extáticos contemplan
—boca abierta en grito ausente
constelaciones en el falso techo; sus venas de bebé gastado
amamantándose del gotero.

Mujeres de otras tierras cubren
los vacíos de una familia atomizada
por la modernidad más roída de tiempo.

Pasillos recorridos por naves atlánticas,
veleros de sábanas y pañales.
Al timón personas de amable acero,
Con un "tranquila, cariño, reina"
siempre dispuesto como yesca en sus cañones,
en la guerra del mercado contra las personas.

Pasillos de hospital,
exhibiciones de arte que se desvanece,
relatos en busca de escriba,
heroínas de silenciosos matriarcados,
pinceladas de segundero,
elipse sobre la memoria,
una puesta de sol en cada cama,
una canción que no quiero triste,
traqueteo bronco de laringes gastadas,
palabras ya sin control,
a veces negando el aire,
a veces negando al hijo.

Una isla en el océano,
café de mala calidad.

Quisiera escuchar modulaciones de cetáceo
en los desvaríos de una mente
que teme la última noche,
que aferra las barras de la cama
queriendo atravesar el terremoto,
esta violenta tormenta de verano
que hace volar neuronas,
que moviliza a tres enfermeras,
que no consigue mudar a despedida...

...que siempre pondrá rumor
a las fotos del salón,
a las esquinas de aquel piso
de las meriendas de la infancia,
de la propina del domingo,
de la tortilla de patatas perfecta,
el correteo estival por las calles del pueblo,
las fiestas del santo,
las historias de fantasmas
a medianoche en la puerta
de la iglesia románica.

Las más hermosas esculturas
postradas en la planta cuarta, en su pátina exhausta,
viendo colores ya nuevos.

El cuerpo traidor no obstante
insiste en abrir pozos
y el hedor consigue firmar un pasaje
que a todos espera.

La ciudad de madrugada
flexiona su reserva de cuerpos,
sonríe porque nos conoce.
Delicada y noctámbula,
su mano nos deposita
en camas de hospital,
donde una luz única,
verde de leche,
comprobará el suero,
nos cambiará el pañal,

nos cerrará los ojos.

jueves, 20 de julio de 2017

2 piececitas

Operaciones policiales
Montajes policiales,
con muertos si se terciaba,
cuando el miedo podía
cambiar de bando.
Montajes policiales,
por palabras inocuas,
cuando el miedo decidió
no cambiar nada,
con esa resistencia a las mudanzas
propia de los gatos.



Autovías desde la ventana de un hospital a las cuatro de la mañana.

Qué molestas las autovías
vacías en la noche,
coloreadas sólo
con la acuarela ocasional,
marina,
de un coche de nacionales.
Qué molestas,
pues en el calor y el día
exceden los límites del aire y el sol,
cleptómanas del latir de la hierba.
Qué molesto su silencio,
artificial y forzado,
dictador de la noche y el calendario,
ladronas del estío,
vigas del absurdo humano.

martes, 11 de julio de 2017

Recuperarse

Hoy sobredosis de vida,
hoy soy ventrílocuo hasta el talón.
Un rompeolas en el enrejado
de mis costillas.
Insomne.
Lágrimas frente a una canción de madera,
conjurando tormentas en una librería.
Hallado un viejo dólmen
-pérdida resignada ayer-
más allá del vientre.
Todo es abrigo en exceso,
yel mundo, aun lúgubre,
titiritero logra mi sonrisa.
Hay sindicalistas presos.
Hay un mañana.
Hay corcho en las bocas.
Diafragma epicentro.
Insomne.
Hoy la vida rozada,
yema de mi índice
que ya conoce
el Norte.

Todos los "boom" terminan en "chof".

Veo tu poema, mosca de tinta
en la alta tapia del pliego.
Pienso así en bosques helados,
en rotondas y radiales,
que a veces inflan burbujas:
urbanismo de la poesía.

martes, 24 de enero de 2017

MISIÓN CUMPLIDA

MISIÓN CUMPLIDA

A veces no me importaría morir,
aquí y ahora,
tranquilo y satisfecho,
nervioso y pidiendo más.
Acunado en mi dentadura envejecida,
que trazó sonrisas e insultos
lanzados en otras latitudes,
frente a esquiroles,
sobre un escenario,
vomitando rabia en delegaciones de la ONU,
en países que ya no existen,
países deconstruidos en sangre
por las bombas democráticas de occidente.

Podría morir aquí. Ahora.

Y lo haría con más vida
-rebosante de rabia y de júbilo-
que un autocar de futbolistas multiventas.

lunes, 23 de enero de 2017

Tres letras para Reconversión.

Reconversión es mi proyecto de punk a la Revolution Summer.
https://reconversion.bandcamp.com/

Estas tres letras aparecerán en breve en un compartido con otro proyecto del primo Naz. Yo me entiendo.
El caso es que tienen rima, porque las canciones sin rima me dan cosica. Y saben a calle y huelen a local de ensayo.

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ATRAPADO EN EL CURRO.

Quedan todavía cuatro horas.
Cuatro horas en las que me pierdo.
Pierdo mi energía, pierdo mi tiempo,
pierdo mi vida por dinero.

Mi mente echa a andar, quiere llevarme lejos de aquí.
Produciendo para otros plusvalía y dejando de vivir.

Es tan absurda esta existencia.
Tus sentimientos se hipotecan.
Los calendarios son como latigazos.
Otro día más, otra marca en tu ánimo.

Intenta no pensar en cómo podría ser,
otra vida, otro camino, y puedo ver
una puerta a ese lugar más allá
del fin de mes.

Miro alrededor.
Miro alrededor.
Miro alrededor.
Miro alrededor y encuentro siempre la misma mirada.
A las siete en el vagón todos van callados y sin decir nada.

Se hace tan larga esta travesía
cuando caminas tras la utopía.

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CUANDO CALLE LA SIRENA

Has de esperar la explosión.
Cualquier día pasará.
Blindarás tu cabeza con objetivos y metas.

Siempre tendrás un asidero
aunque estalle el mundo entero.

Sabrás que llegará cuando la noche no venga,
cuando la luz tenga grietas,
cuando calle la sirena.

Y buscarás a tus compañeras
y os perderéis dentro de la selva.

La civilización es la barbarie.
El futuro es de todas cuando no es de nadie.


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ESTRUCTURA

Si me llegara a despertar de esta pesadilla,
si consiguiera determinar mis prioridades en la vida...
quizás habría perdido todos mis rasgos:
ir de aquí a allá y ser un náufrago.

Llevo cruzando esta estructura
toda mi vida,
de niña y de adulta.

Si decidiera dejar de perder y dedicarme a ganar...
todos pensarían que me encontré,
pero tú sabrías que ya no valgo ná.

Ya he cruzado el Ecuador,
y solo gano al ser perdedor.

Te pido que siempre que puedas
seas mi brújula o mi escalera.
Y si la empiezo a cagar
dame una hostia y ponme a andar.

lunes, 2 de enero de 2017

ANTIDISTURBIOS

Tu mente es una grieta.
Una enorme grieta agrietada,
una red de grietas,
roturas.
Tu mente es epidermis seca,
callo y rozadura,
exabrupto fascistoide,
de barra de bar.
Tu mente se descascarilla,
a tu mente le creció una vida torcida,
y hasta una familia satélite y atemorizada,
en la órbita de tu odio,
basura espacial ciclando alrededor
de tu voz de sequía,
de tu lengua de desierto yermo.

Tu familia es el papel carbón
de tu existencia marchita.

Compras un bmw
con el que vestir tu miseria.

Golpeaste a una niña en la cara...
...te apuntó con un espejo.

Arrancas árboles por placer,
no hay vida, savia que te la pongan más dura
que el hedor de la pólvora mercenaria.



Los domingos vociferas.

Con voz de mandril,
una voz oxidada,
de estatua caída,
gemido de hierro y cobre,
vociferas los domingos.
Salta en tu salón un chimpacé
si un balón traza una linea recta o curva.

La arqueología se ceba en ti,
burlona e incrédula,
en tus pilares ruinosos,
tu silueta marcada de ceniza
por un volcán extinto.
Brazos de menhir, enterrados en el tiempo,
brazos anacrónicos y enfermos,
pandémicos,
paladas de tierra sobre la razón.
Regresión voluntaria y servil,
genuflexa hasta la ingle y el ano ajenos,
para cronometrar horas en sangre.

Apenas articulas
palabras sembradas de cojones y violencia,
que soy compañero, coño,
españolazo universal,
perro de guardia del oligarca miserable,
mordiendo a los miserables de la tierra.