domingo, 14 de junio de 2020

El artista comprometido

Desconfiar siempre del artista
que afirma estar dando testimonio
cuando simplemente parasita.
Firmar un libro, saludar desde el escenario,
el ego abotargado y mórbido
por hacer algo que todo el mundo hace.
Cuando mi música alcance el ritmo
y las historias de un tranvía ocupado,
sabré que la canción habrá dejado de mentir.
El mundo se llena de eventos de masas
bailando y así difuminadas,
bajo el régimen del botón de “play”,
escoltadas por un tanque
blindado con excusas
que intentan ocultar la desnudez
del emperador.
Es fácil desmontar la tramoya
de tu humildad hipócrita:
si el texto es de quien lo lee,
el escritor es mero botín
y la lectura una puñalada
en la espalda de quien escribe.
Estás en el centro y lo adoras,
asúmelo en público, aunque te arriesgues
a quedarte sin follar.

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