sábado, 9 de marzo de 2024

Qué mejores paredes que la ausencia de vecinos

Qué más pedirle a la vida,
qué vida más perfecta posible,
qué vida más ideal
que poder ir leandando a los sitios.
Ir despacio
porque nada es urgente.
Nada es urgente bajo el agua.
Nada es urgente sobre las nubes.

Dar un paso tras otro
porque entendemos esta esfera,
y su música nos alcanza por fin.
Dar un paso sin necesidad de dar otro.
Que el camino no sea un medio
sino un objetivo,
porque no hay metas sin sentido
ni una llanura de oro tras las montañas.

Si la vida es esto que apenas empieza ya acaba,
si la vida no es lo que somos sino lo que fuimos,
qué mejor fiesta que todas las fiestas
y todos los libros, y cada tarde en silencio
tras las barricadas que fueron necesarias,
los actos necesarios que siempre dejan
algún tipo de rastro y que se suman
gota a gota a este mar.

Y si eso, ya viviremos después
en todo lo que dimos al mundo.
Y mientras, poder andar tranquilo
con un libro en las manos
sin miedo a que el cielo caiga,
sin miedo a perder los pasos.
Con la certeza de que nuestra mirada
no rompe el aire alrededor.

Qué mejores paredes que la ausencia de vecinos.
Qué mejores vecinos que los que respetan
la ausencia de paredes.
Qué mejor vida que la que se recuerda
tranquila una vez acabada.



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