Rémoras

No tenéis alma.
No tenéis espejos.
Sólo hambre y cráteres,
pedazos de hueso cosidos
como excusa de mapa.

Es veneno
lo que circula bajo nuestras calles.
Es esencia de madre sin contrato
fregando escaleras
lo que perfuma el barrio.
Sois esperma rancio de plutócrata
derramado sobre nuestras esquinas.

No estamos dejando pasar el tiempo,
lo estamos macerando en sótanos,
amartillando sus resortes,
biselando su munición.
Saldremos pronto al sol
—porque cualquier noche
puede salir el sol—
y entonces correréis.

Joder si correréis.