jueves, 13 de octubre de 2022

Cabronías XXII

Cómo la humanidad prefiere olvidar sus manos
y fácilmente transformarse en bestia.
Sólo en el propósito y la torre se organizan
nuestros jugos y flujos,
se evacúan los lixiviados
de esta materia acumulada.
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Un planeta en el que los gigantes

tienen la grandeza de la garrapata,

de la chinche.

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Sigo contento y furioso.
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Cada corral bici es obra de un esquirol
al servicio de la patronal en la ciudad de los coches.
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No puedo construir casa alguna
sin las palabras precisas
los números exactos
por más que muerdan los ácaros
sus lágrimas.
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Donde doblo la espalda 
y convierto pulsiones en sudor
siempre acaba oliendo a orín de gato.
Todo esto que soy es un cajón de arena
para un felino sideral.
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El socialismo no puede competir
contra el Estado del Bienestar
y su puñalada trapera,
pero el Estado del Bienestar
no es posible sin el socialismo.
No queda buena voluntad donde exista
margen de beneficio.
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Me echas en cara siete bicis,
te echo en cara cientos de borracheras.
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Tantos anarquistas que terminan

acomodados y coherentes

en el liberalismo.

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Vivo en un tiempo en el que la juventud

es sólo una nueva remesa

a veces de productos,

a veces de consumidores

de viejos refritos

....

El discurso de la libertad sólo sirve

para ocultar cadenas

que no hacen sino crecer en número

frente al corazón que no siente

pues reniega de sus ojos.

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La estupidez de subrayar un libro

que no será siempre para ti

cuando tienes un cuaderno

cuando tienes un papel.

El ego y la pintada absurda.

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El mercado está atomizando tu familia

eliminando su tejado

y a eso lo llamas sostenibilidad y progreso.

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Era una mujer indomable:

se arrojó por el acantilado.

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Soy un cerdo, así,

con todo su peso sucio, admirando

el culo de las poetas cuando se giran

para abandonar la tribuna.

Soy un cerdo confeso

y por ello me hurto a la palabra

condenada al muro.

....

La palabra dictadura ya alberga

un dictado en su sesgo.
Para el dictador

la dictadura son los otros.


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