domingo, 29 de junio de 2025

Cabronías XXXI

Lo más normal del mundo
es que no te amen nunca
ocho mil millones de personas.
No es un cataclismo.
Pero te rompes si una
te ignora.




En un planeta diezmado en la merma de sus ejércitos condenados a errar el tiro y la razón del disparo, todas las batallas están perdidas, todas las luchas son una derrota.





No entiendo cómo veis futuros

en los gritos de los niños alegres.

Son felices y sólo saben gritar.

No hemos bajado nunca de los árboles.






El cielo, el mar

eligen ser azules

para alejarse del carmesí

que gotea de nuestras manos.

¿Y quién os dijo que el cielo,

los mares, esta calle,

no son un continuo

campo de batalla?






No estar aquí ni allí,

ni estar compuesto siquiera por miradas,

pues al no haber nada concreto,

nada puede dividirse.






El arte solo es una búsqueda

ilusionada de un Dios,

de una razón última

que nos tranquilice





Todo el mundo aplaude

al que se desprende del yo

cobarde y oculto 

en un yo más profundo.





Nada más animal que la guerra,

nada más humano que su justificación;

nada más divino que matar y morir

por lo imaginado;

nada más divino que lo humano

y viceversa para siempre.





No saber si la demencia y olvido senil

son una bendición o un castigo;

si la reducción a la nada

—al mero tubo digestivo y vegetal—

de quien ordenó abrir fuego

sobre una escuela,

una biblioteca,

un jardín…

es premio o sentencia.




Duele menos una cuchillada
que su posibilidad
en la mano inesperada.

Dicen que todo acaba sucediendo
y con eso sucede que nos quedamos
manos sobre mano y así sucede
también la nada


Si de verdad todos somos todos, si tú eres yo...
¿qué haces matando en mi nombre?

La generación de la inteligencia artificial,
de los mensajes simiescos y simples
en la música que se hace dándole un botón,
está condenada a ser una generación de esclavos felices.


Situación laboral:
excedencia por genocidio
hasta cambio de sistema.


Intentar construir el esperanto
cuando todo el mundo dice "bro" porque lo dicta un algoritmo. Hemos pasado del tuteo al tuiteo


No hay comentarios:

Publicar un comentario