domingo, 21 de julio de 2019

Madrid en la distancia

La ciudad es un supermercado
y tu tristeza está de oferta.
Al pasar bajo los cables de alta tensión
nuestra nómina echa chispas.
En el cielo pesado de agosto
las carreteras suturan el territorio
herido de vertederos.
Siempre aflora el hambre en el camino;
grave peso el de este triste añil que destiñe,
donde nos baja el azúcar
y ni pensar podemos.
Aterrados nos reconocemos
en la mirada del retrato
que nos hace una máquina.
Ponme a correr en la mañana
y que la lírica huya a mi lado.
En mi ruta más poética
son los conejos quienes salen al paso
y no los versos.
Qué bonita se ve Madrid en la distancia.
Desde aquí sus púas y perros guardianes,
sus codazos, escaleras y despidos
no se aprecian ni encuentran eco.

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