viernes, 13 de septiembre de 2019

Nada es tan desalentador

El ser humano es
esa criatura
que podría sublimarse
en su propia naturaleza;
pero ha escogido asumir
la genética enloquecida del virus.
Podría haber domado el instinto
pero feliz sucumbe a él, suicida.
Perfecto producto de un planeta
elaborado a hostias,
afecto al vértigo de las polillas.
Por cada anarquista presto
a ajusticiar tiranos,
hay un millón de esclavos
con venas abiertas, dispuestas 
a resucitar al sátrapa
y linchar al relámpago
a cambio de más hambre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario