viernes, 24 de septiembre de 2021

Cabronías XIX

Me lleva al desamparo
al arañazo en las venas
el atasco cotidiano de coches
descargando niños
en el polideportivo del barrio.


Bezos, oligarca remedo de cosmonauta,
como un metálico escarabajo pelotero 
empujas tu brillante bolita de mierda
en disparo absurdo al cosmos.


No saber si leemos poesía
o mensajes de güasap.


Todos los suicidios se deben a la nostalgia
de un tiempo nunca vivido.


El hedor a colillas despoja a los labios de ser labios.


Los adolescentes dan sus primeros besos
siguiendo tutoriales de youtubers histriónicos.


En todos los charcos del mundo
reposan los huesos de la infancia,
aunque resuenen en ellos ecos de saltos
y salpicaduras a la salida de la escuela.


Madurar no es parir más vampiros.


Los progres sueñan con un mundo sin fábricas
porque la sangre que mueve el mundo está en fábricas
que les quedan lejos: no pueden ver la sangre de las ofertas.


Me juego el exilio entendiendo por qué Léo Ferré
dio más amor a Pepee que a las personas.


Gente que prefiere la posibilidad a las certezas:
gente de buena familia y vida arreglada
o gente de mala memoria.

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