Nada nos parece tan bueno
como las cosas visitadas;
allí hay barandillas, un tejado,
un reloj.
El crisol como capricho derramado,
fútil echar el freno:
habitan dragones tu boca
y en mi frente se aloja,
imparable,
un lápiz de estrellas.
imparable,
un lápiz de estrellas.
La parábola pierde su razón.
El hielo como megalito incógnito:
nos abandonan abejas y gorriones,
hastiados, secos, los pobres,
pobrecillos...
El silencioso futuro aguarda.
El silencioso futuro
con frío desnudo, de cosmos.El silencioso futuro
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