viernes, 26 de octubre de 2018

Ya no voy a conciertos

Atasco, humo, sudor, nervios,
miradas pesadas, ego aterido,
ruido y congestión y mil voces
en el mercado de asfalto,
plástico y espejo en conciliábulo,
los rumores y la prótesis,
tabaco, porros, tabaco,
humo de caras grises y hastiadas,
humo, humo, humo…
y al final intenta emerger, ser lugar
el concierto,
tan leve entre tanto hematoma.
Ay, la música bajo estos escombros.
No soy yo quien deja de vivirla.
Sois tantos los sepultureros,
tantos quienes manejáis las palas.
Elijo el silencio
fuera de la ruidosa necrópolis
de la bacteria caníbal.

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