lunes, 27 de diciembre de 2021

La primera madrugada de enero

cómo esperas que desee una simple noche de paz
    a quien envenena la luna cada noche
qué esperanza y qué perdón
    podrían ofrecerse
    a quien comienza el año matando un ave
 veinticuatro de diciembre
    y el único villancico que escucho
    son lamentos de sirenas urgentes
    en las autovías
siento un vacío sin doblez,
    como lágrimas sobrias
    en la primera madrugada de enero

plegaria

todas las noches son buenas
    para sentir cómo el odio sacude mis neuronas
    pero en la noche del veinticuatro de diciembre
    dejo de ser persona
    soy un brote de peste negra
        en una soledad tan absoluta
        que ni las olas alcanzan a mojarme
        ni el sol puede herirme
        con su dedo cruel








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