de alimentos, juguetes y objetos de burla
que quizá nadie encuentre;
quizá nadie aproveche mi labor en vida.
Seguramente.
No espero otra cosa más
natural que tal lógica:
no espero ni aspiro ni pido
que se haga nada con mis restos;
sólo me importa haber cumplido
que se haga nada con mis restos;
sólo me importa haber cumplido
fielmente el contrato
impuesto por las madrugadas.
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