Vale más que la mía
tu palabra de mercenario,
de matón y torturador,
de narcotraficante y proxeneta violador,
de fascista, de vergüenza del sudor digno,
de apestado del barrio;
cómo es posible que tan poca cosa
disfrute de tanto peso.
El único amigo de un perro traidor es otro perro
y su lazo es tan débil como un soborno.
Imagina tener menos valor que la palabra de honor de un perro
que por un sueldo que nunca bajará
abre cabezas y desahucia bebés pero jura protegernos.
Cada vez que detienen a un perro por corrupción
sé que alguien se quedó sin pillar cacho,
perro.
Da igual que te presentes como una necesidad del pueblo,
perro,
porque sólo eres una herramienta de la plutocracia,
perro,
y dentro, como una úlcera que te devora,
perro,
que cada vez te cuesta más ignorar,
dentro lo sabes,
perro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario