jueves, 10 de enero de 2019

Cabronías (V)

“Roma no paga a traidores”,
descubre tarde, entre lágrimas, el esquirol.
Insistió en no sentirse clase obrera
en un mundo bajo el peso del amo.
….

Miro fotos de milicianas en el 36,
de Stalingrado cual fénix,
de anarquistas armados
contra los pistoleros de la patronal.
No es que estuvieran hechos de otra pasta,
es que ahora apenas somos gas.
Metano del culo en concreto.
.....

Qué soñar con revoluciones, Jaramas,
Palacios de Invierno, Felgueras y guerrillas,
qué épica del cuerpo a cuerpo,
que insomnio de barricada o trinchera,
qué dureza de estómago,
qué manos rebosando callos
ni qué ostias,
si no puedo ni evitar cagarme encima
corriendo por el pasillo de casa
porque no llego.
....

Volveremos a sangrar
cuando soltemos la herramienta.
Volverá la sangre, no lo dudéis.
Recordar cómo morir o matar
porque olvidamos cómo vivir.
Porque “privado” quiere decir
“de los de siempre”,
también nuestra memoria.
....

Rodeado del bramido perforante del progreso
(mataderos, atascos, martillos neumáticos,
árboles abatidos y disparos sin razón,
grúas chirriantes que son huesos de la burbuja,
aviones de guerra despegando sobre radiales)
¿osas llamar ruido a mi banda de hardcore?
....

Absolutamente todos los anuncios de colonia
son horteras hasta el aturdimiento y la cefalea,
dorados y tristes como el inodoro de un sátrapa.
Todos los anuncios de colonia
ocultan un animal sangrando,
transportan la ideología callada del eslabón,
pretenden cubrir el hedor de la letrina.
.... Dos mil diecinueve: el miedo
no sólo no ha cambiado de bando;
se ha metido esteroides, toda la farmacia.


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