jueves, 29 de diciembre de 2022

Los micros abiertos son largos y albergan horrores

Un poeta dedicado pero irreconocible,
sin recuerdo tras su paso, artesanía en fin,
estrena sus versos que quedan sepultados
en el alud de las terrazas y el estruendo zafio
de la música del logaritmo en coches sucios.
Sobra el grito y molesta el susurro
salvo si la palabra necesita escolta.

No entiendo tales alaridos
ante un público en silencio
que en sueños espera, dormido,
el aullar y el entretenimiento,
seguir en sus butacas, la anestesia.
Qué pretencioso querer despertar
a los que despiertos, eligen dormir.

Los micros abiertos son largos y albergan horrores.

La poesía es tan subversiva como un like en facebook.

Las verdades del poeta son borradas
por el erupto higiénico del operario
con su máquina de cepillos como bocas,
inmutable desinfectando la plaza.
Gente que cuenta sus penas
y se convence de haber escrito poesía.
Aplaudís con disciplina
que no comprendo,
en momentos erróneos,
siempre inseguras las manos realmente.

Me siento confuso y ridículo,
en la primera toma de contacto en Kin-dza-dza!,
pero no llego a decir “kuu!”.
Quien destaca en tres días
de micro abierto sin pausa,
quien que te detiene en todo
y te nace el hambre
cuando estabas ahíto;
ese, esa es quien cuenta,
quien te cambia.

Si se callan los poetas
no habrá una tormenta de sequía,
que dijera alguien;
habrá silencio y nuevas esencias,
vendrán los que prefieren ignorar la tribuna.

Incluso el poeta que dice
no resignarse a la realidad
no hace otra cosa
que levantar sus muros,
sus barbacanas.
“Perdona, pero yo vine aquí por la poesía”
para rechazar la cama de un poeta.

Decir “tienes algo escrito”
como quien dice “tienes algo en la cara”.

Llega tarde el poeta al escenario
por estar bebiendo cerveza.
Para unos una anécdota canalla,
una victoria incluso;
en realidad, una derrota repetida.



miércoles, 28 de diciembre de 2022

Mejor el búnker de Desmond

No importa cuánto viva,
ni el día que muera.
Sé que moriré demasiado joven
y demasiado tarde.
Me voy a la esquina
castigado,
como buscando calor,
como al fondo de un momento,
el final de un asalto
sin fintas ni ganchos ni guantes…
Sólo el golpe pesado y constante del tiempo;
de explosividad tan lenta, imperceptible,
sin épica… definitiva y demoledora.
Ojalá una isla con su guardia pretoriana
de mares feroces
y no una cloaca protegida
por el asco pero siempre vulnerable,
porque nunca finaliza la caída nuestra.
Mejor el búnker de Desmond
que una torre de marfil.
No importa cuánto escupa
ni cuánto me aleje.
Nunca la muerte es tan ruidosa
como el sábado a la noche,
nunca grita tanto
con tan poco que decir.
No importa disiparse como un gas
en una atmósfera venenosa.

lunes, 26 de diciembre de 2022

Hay heridas que con gran afán pretenden...

Hay heridas que con gran afán pretenden
apropiarse de todo: todo lo invaden
y en todo se introducen;
hay heridas que se sienten vida.
Derraman lágrimas como uvas,
un racimo de penas rotundas.
Hay ancianos que fueron personas sin solución
y siguen arrancando cruelmente las alas
a las moscas
hasta el último momento;
la última página escrita en su libro
es la del viejo cuaderno de caligrafía.

domingo, 25 de diciembre de 2022

Brazos abiertos

Por qué obligarnos con un arma
a desaparecer, disiparnos
si os sobran el hambre
y los futuros rotos.
La intención casi nunca es el fondo;
las mejores pueblan el de los océanos.
Abrimos los brazos y los abrazos
caen al suelo
con el resto de las cosas que cargamos.
Abrimos los brazos para recibir
a quienes hemos bombardeado,
a quienes cortamos una mano,
a quienes les abrimos la tierra
hasta sorberle su tuétano de vetas.
Con la mejor idea colaboramos
en el peor de los crímenes.

viernes, 23 de diciembre de 2022

Cabronías XXIV (sobre la poesía)

Ningún poeta es valiente en sus líneas.
Sólo fuera, donde no hay escapatoria,
donde no es posible el sonido,
donde sólo cuentan los actos.
....

Si la poesía últimamente
es la verdad o su búsqueda,
nada está a salvo de la mentira.
El giro de un verso cualquiera
desarma cualquier certeza,
esto único que buscamos.
.....

No entiendo qué tiene de malo
la distancia con el público,
si allí se respira sin sangre ni ruido,
sin supermercados
ni obsolescencia programada.
....

Toda poesía es fría
por exterior a los labios,
a los dedos.
....

Sólo quiero escuchar la poesía
de señoras mayores inmunes al viento.
....

Necesito un ojo ajeno para componer
bien rectas estas líneas.
....

En mi editorial todos nos plegamos a la línea colectiva

y el ego brilla por su fondo y no su forma.

....

La rima es un fin en sí mismo,

un régimen de jaula y hierro.

Un juguete matemático

para quien no tiene resortes

y poleas a mano.

El ritmo esclavo de la rima
ata las palabras y ensucia la voz

de lo que queremos decir.



lunes, 19 de diciembre de 2022

¿Has limpiado el cielo hoy?

Cuando ya no estemos
más
nuestros árboles seguirán con el viento
curvándose al sol.

¿Has dejado un árbol al tiempo?
¿Has limpiado el cielo hoy?

Salimos a buscar la luz
en lugares que sabemos oscuros.
Con eso se derribaron tronos,
con eso se rompen recuerdos
y se borran todos los abrazos
de la sombra donde viven.




...........

Que se adaptó así:


jueves, 15 de diciembre de 2022

Nacemos, crecemos, damos like y morimos

Instagram ha venido a suplir
a aquella estúpida pintada de “Juanito estuvo aquí”.
Instagram ha conseguido capturar todas las huidas del yo.
Ahora el yo necesita ser proyectado en una base de datos.
Antes alguien producía una canción, un poema, un cuadro,
o refería una interesante anécdota en una conversación;
ahora todos hacemos el imbécil delante de un teléfono
levantando los brazos, poniendo morritos por cualquier rincón
del mundo; rebajamos el planeta al fango.
En la banalidad de unas botas de viajero
que vive en constante escapada,
que vive en el miedo a sí mismo
nacemos, crecemos, damos like y morimos.
No deja de asombrarme toda esa gente
que se busca a sí misma, ingente cantidad
de individuos en permanente exploración,
masas en constante rastreo y confusión
intentando encontrarse
en un mundo perdido por genética.
Esto es lo normal.
Ser normal es agotador y carece de frutos
cuando la normalidad es un enorme yermo
de ceniza sin futuro.
Dicen que nada hay
tan terrible como no intentar ser feliz;
pero ¿y si lo terrible es esta necesidad
de intentarlo?
Veranos de viajes por las redes
de confinamientos por las calles,
de cadenas perpetuas en el trabajo asalariado.
Pretender huir de un mundo en subasta.
Esperar a septiembre para adentrarse por fin
en un estío de silencios que nos alimente un año más.
Publicaciones con aire aparentemente inocuo,
con ese tufo burgués de las revistas de avión,
cosmopolitismo y cultura diseñada en algoritmos,
rancia y gris amabilidad de dentadura postiza
miradas que apuñalan a familias en un club de golf.
El viaje es quedarse solo en distintos lugares
en una cadena de lugares.
Hay momentos en los que vernos en pantallas
nos da la perspectiva necesaria.
Seguro que hay momentos en los que el mar
necesita un mar,
un mar donde disfrute de la brisa y la sal
en la tarde que cae como hojas de calendario.
En Instagram solo veo pornografía
y la confesión silenciosa de un fracaso,
al que unimos el rebotar de su eco.
Es el eco la certeza de un vacío,
la realidad de un silencio,
la herida amarga de que no hay ya nada que decir,
su lloro copioso de mariposa,
su lluvia abundante de cenizas.
Lo humano, hermoso o terrible, siempre palidece
bajo un cielo de aves que se despiden hasta mañana.
Nacemos, crecemos, damos like y morimos.



martes, 13 de diciembre de 2022

Miedo a las ciudades y la gente

A lo lejos los pueblos, las ciudades;
allá abajo suenan
como algo submarino
se ven como un diorama que no guarda
un aliento torcido y abollado.
Solo me siento seguro las noches de tormenta
cuando la gente que está haciendo el animal
reacciona como un animal y se asusta,
se asegura de no salir de sus agujeros.
No voy a negarlo:
durante el confinamiento yo estuve en la gloria.
Fuera de las ciudades se me dispara el pulso
divisando lejano cualquier coche en el camino.
Porque eres mi enemigo y aún no lo sabes
y hoy en día hasta el cáncer es un robot
y de las ciudades
ya solo me interesan sus hospitales.
Ciudades tan rápidas
que hasta las bicicletas quedan
encerradas en los parques
porque así no cuestionan el tiempo.
En el portal instalaron una cámara de vigilancia
y así murió toda una generación de primeros besos.
Me irritan las voces borrosas que vierten
los edificios hacia afuera,
me rompen el mar calmo de las calles
en la noche.
Al amanecer las autovías y radiales
son una dentadura brutal y feroz.
En las afueras desoladas
el gañán medio buscando un árbol
desesperadamente en agosto
donde aparcar su coche
maldiciendo el resto del año
a ese mismo árbol porque ocupa
una plaza de aparcamiento.
En este barrio de chalets burbujeros,
campamento de refugiados de los PAU,
segregado por la frontera de las autovías
y las radiales,
en este barrio de votantes del trifachito
cuyos grupos vecinales de Facebook
bullen de quejas,
culpan a la alcaldesa de las tropelías
que protagonizan sus propios hijos
que están muy enfadados
porque lo tienen todo.
La metáfora es sublime.
Porque eres mi enemigo y aún no lo sabes.
 
 
.......
 
 

lunes, 12 de diciembre de 2022

Los jóvenes

Los concursos televisivos glorifican la sangre nueva,
animando a los jóvenes a comerse el mundo,
pobre mundo desangrado a dentelladas.
Me deprimen y me quitan toda esperanza
sus fiestas y orgías bajo el bombardeo
celebrando la renuncia absoluta
y olvidando los caminos.
Pasan los años
y nos pensamos diferente;
pasan los años
y lo que vimos ya no lo vemos,
porque todo ha cambiado,
porque nada ha cambiado.
No es posible obviar el sorprendente parecido
de los sembrados con un desierto,
ambos condicionados
por la misma agua vieja.
Sí, es cierto: brotan los romeros
y por un instante su aroma
borra el vertedero.
Pero la insolencia del joven corzo
y su ladrido que corta la tarde
responde más preguntas
que las hileras de adolescentes en prórroga
fichando en centros comerciales,
inyectándose los deseos turbios del algoritmo.
Aún así; resulta irritante el grito agudo
de quien grita por nada: bastante tuve
con aguantar mi adolescencia
como para cargar con la de otros.
La única solución a los adolescentes
es el tiempo: no hay oídos más sordos
a las palabras y los ángulos.
Su brevedad no alberga semillas
ni justifica tu esperanza.
La saliva en ellos es inútil y sabe a lágrimas.
 
 
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Cabronías XXIII

El fracaso de un sistema se mide
en el sufrimiento que trae la crianza de un hijo.

....

Eternamente joven: santo dios, qué coñazo.

....

No aguanto ver el agua correr
durante años en el mismo lugar
imitando el cambio.

....

El lumpen haciendo trompos en la rotonda
carcajeándose de los que allí se manifiestan
por la sanidad pública.

....

En la plaza de Callao las masas patinan
en cincuenta metros cuadrados de hielo.

....

El carril bici es violencia institucionalizada

....

Todos los viernes son negros.

....

El cuento de la lechera mal:
ir a vender vacas,
volver con poesía y hambre.

....

Una gripe es la guerra mundial para esta generación gelatinosa.

....

En lugar de cerveza, vino y vermú,
leche con galletas en recitales de poesía.

....

Abandonar la habitación sin mirar atrás

cuando el domador de elefantes insiste

en ignorar al que come de su mano.


....

Querer ser yo, creer ser yo

como rebeldía

en la larga fila de yoes,

encadenados a la revuelta

uniforme entre curro y curro,

nido y nido,

cubículo y cubículo.


.…


Correr por una cuestión de vida o muerte:

correr para no perder el autobús:

correr por estar muerto en vida.


…..


los jubilados protestan

porque el bus no llega

porque no llegan a hacer compras

la calle cortada

por la mani de las pensiones

ellos sólo quieren ir a comprar


....

En el pico del monte alguien

con gramática y caligrafía muy cuestionables

proclama su amor a los cuatro vientos

ensuciando con pintura en spray las rocas

y el cielo.


....

Todos los pueblos tienen su tontódromo

normalmente el camino del cementerio

para evitar fugas.


....

todos los de Vox se creen los más patriotas

y cada vez que se encuentran con un compatriota

lo interpretan como un obstáculo o competencia


....

La única forma de asistir un evento de poesía en Madrid sin morir enlatado

es acudir a la periferia que nos redime y rescata.

sábado, 10 de diciembre de 2022

Llevo semanas sin salir a la lluvia

Llevo semanas sin leer porque no cesa la lluvia
y apenas salgo a la calle.
La ciudad es un cocodrilo con dientes de humo
y gira desgarrando la carne de nuestras vidas
atrapada en su cepo de semáforos;
su poderosa cola sauria derramando tristezas
sacudiéndose el cielo de encima.
Hay un diamante escondido
en cada trozo de plástico abandonado
que vemos brillar en la acera.
Los ojos son moscas, en la boca hay una avispa,
arañas de los oídos…sacrificarse por un mundo
que te quiere sacrificar.
¿Qué mal mayor desear cuando ya respiramos
cruzando años y la guerra?
Quisiera poder decir que fui derrotado
por el gran capital, los tanques del oligarca,
los sicarios del banquero… pero esta bala
—con su verdad que me atraviesa—
la disparó mi vecino en paro.
El invierno empieza en la adolescencia
y la noche de noviembre infecta los cuerpos
que abandonan la infancia.
Las mañanas son de los viejos,
de la sangre bombeada,
del trabajo, de la vida.

Llevo semanas sin salir a la lluvia.
 
 
 
.....
 
Adaptada así:


viernes, 9 de diciembre de 2022

Hablo del dolor desde un vacío...

Hablo del dolor desde un vacío

que duele por vacío,

hablo de un dolor que no debería sentir,

por ser de nadie y de todos,

que no habita mi hogar,

mi cuenta bancaria,

mi día a día… pues vivo fuera.

Este dolor que es mío por alusiones

pero que no me abre en canal:

es su reflejo,

su condición de semillero o columna

lo que produce estas heridas

que se abren como bocas en mi cuerpo.

Es un malestar de rebote,

simpático y mecánicamente solidario,

inevitable cuando veo otro rostro.

 

 

 

 

 

....

 

Adaptado así:


martes, 6 de diciembre de 2022

Claro que la poesía existe y nos rodea....

Claro que la poesía existe y nos rodea
y hasta puede que sea bella
como una cuchillada
ejecutada limpiamente con arte marcial.
Vivir poéticamente incluye al tanque 
que aplasta cuerpos.
El verso y la guitarra
no son nuestros amigos
sino un riesgo terrible.
Ya no fabricar paisajes,
solo posarlos en papel.
La ausencia de teoría y cimiento
no impide que vuelva a salir el sol
con su todo.
La poesía existe como existe una bala.
Sin un hacer, sin un negarse a hacer,
la palabra es bella e inútil, quizá veneno.
Lo perenne de la palabra es el fantasma
al que nos aferramos para evitar los silencios.



viernes, 2 de diciembre de 2022

Zoográfico

Al principio de esta aventura
nos donó diez libros de Orihuela.
Algunas conversaciones
sobre la siembra y la fiesta consecuente.
Cruzarnos eventualmente
por las calles de Toledo o
disponiendo catálogos de sudor y noche
en desfiles de moda sin más.
La última vez que lo ví
buscaba poesía en la tercera planta
de una nave industrial,
con polvo de hierro abandonado,
cicatrices de la reconversión,
la poesía que oliera a grasa,
maquinaria vieja,
cable y polígono abandonado.
Allí había vuelto a regar la tierra.
Cayó a las nubes
y dejó una huella no mero espacio,
donde se agitó, moldeando
un poco el mundo.
Hizo más que el resto, creo.

miércoles, 30 de noviembre de 2022

Así salió la cosa...

 ... el 19 de noviembre



Gritarle a una nube (El terror)

La mayoría de las personas deja el mundo
peor que como lo encontraron.
No hace falta que hagan nada para ello:
se lo dan todo hecho.
Y en ese no hacer todo se deshace.
Insisten en la vida a modo de viaje,
de carretera,
pero sólo juegan el papel de cuneta, 
parche de asfalto servil
al transporte de mercancías.
Los petacajeros de ayer
son los sociodemócratas de hoy.
Los intelectuales con su exceso de dientes
al hablar lenguas muertas
como creyendo en dioses, todos muertos
todo dios surge de la muerte del hombre.
Todo se hunde y por eso se escriben libros,
para colaborar en el naufragio.
Trazar versos imposibles de entender,
que cualquier hijo de puta los haga suyos,
se reafirme humano y seguro en su maldad.
Querer ver en la poesía el futuro idílico del mundo,
de este mundo donde los mercenarios son poetas
y los poetas mercenarios…
Llamar buena gente a quien sólo hace daño,
engranaje pasivo de lo cotidiano.
Gritarle a una nube y que esto tenga todo
el sentido del mundo. El terror.

El terror.

Porque el capitalismo necesita algoritmos
y no personas,
sobraremos.


 
 

martes, 29 de noviembre de 2022

3 letras para URRUN

Estirar un café por si acaso

Terror al mundo y al metro
El final de 2001.
Un tubo infinito de planetas.
Distorsionados en neón, eones y plasma.
La última planta de un edificio en construcción
Albergando fantasmas de vidas futuras.
Estirar un café por si acaso, a la espera.

Munduari eta metroari izua. Bi mila eta bat amaiera. Planeten hodi infinitua. Neon, eon eta plasman distortsionatua. Eraikitzen ari diren eraikinaren azken solairua etorkizuneko bizitzen mamuak hartzen ditu. Luzatu kafea badaezpada, zain.



El ciclo de la mercancía

No sé si en la acera se acumulan
las cajas de basura
de los negocios del día
o el equipo de música
del grupo que actúa esta noche
que continúa el ciclo
de la mercancía.
Es inevitable convertir en fango
todo lo que se toca,
siquiera con ternura,
en un mundo que es puro barro.

Ez dakit espaloian pilatzen diren zabor kutxak eguneko negozioarena edo estereoa gaur gauean ariko den taldearen eskutik zikloari jarraipena ematen diona ondasunen. Ezinbestekoa da lokatz bihurtzea ukitzen dugun guztia, samur ere lokatza den munduan.




Los años pasan

Los años pasan y también las ciudades.
Quizá también las arrugas en la piel
Quizá los ríos deben pasar hasta secarse.
Quizá las montañas serán nuestra última palabra.
Los años pasan porque nada pasa.
Y nada pasa porque pasamos sin peso.
El uno de enero y el 31 de diciembre son el mismo día
y se muerden mutuamente las colas.
El año es un anillo.
Las órbitas de los planetas son anillos.
Los años pasan.

Urteak aurrera doaz eta hiriak ere bai. Agian larruazaleko zimurrak ere bai. Agian ibaiak lehortu beharko lirateke. Beharbada, mendiak izango dira gure azken hitza. Urteak pasatzen dira ezer gertatzen ez delako. Eta ez da ezer gertatzen pisurik gabe pasatzen garelako. Urtarrilaren lehena eta abenduaren hogeita hamaika egun bera dira. Eta elkarri isatsari hozka egin. Urtea konpromisorik gabeko eraztuna da. Planeten orbitak eraztunak dira. Objekturik gabeko unibertsoetako hatzetan metatua. Urteak aurrera doaz.



domingo, 20 de noviembre de 2022

Donde este todo comenzó a ajarse

Insistir en caminar por las calles de siempre

como si fueran las de siempre

(y que no tienen un quizás futuro)

por miedo a no pisarlas nunca más.

Esperar con ello detener calendarios

y satélites corporativos,

drones de combate baratos y efectivos,

eugenesias y maremotos

y este regresar al reptil.

Caminar por estas calles para escapar de ellas,

volverlas otras o consolarse

en sus esquinas meadas y sus carteles

empapados de noviembre,

intentando localizar el epicentro

donde este todo comenzó a ajarse.



miércoles, 16 de noviembre de 2022

Parecen la palabra y la imagen...

Parecen la palabra y la imagen
el don de los poetas,
pero qué don es el de ser niños
con un sonajero de colores. 
A fin de cuentas
un poeta sólo es alguien
que se complica mucho la vida
para poder seguir follando.
Quién puede diferenciar en un poeta
sus versos y sus huesos…

lunes, 14 de noviembre de 2022

La navidad es un cemento de gente...

la navidad es un cemento de gente
fraguando en las calles
una argamasa de ires y venires
que no van a ninguna parte
una laguna tomada por las algas
los peces boquean desesperados
sin oxígeno en células o plasma
al final del año las avenidas hierven
solo después puedo respirarme un poco
quién recibiera un poco de ciudad
sin su papel de regalo manchado
de sangre

domingo, 13 de noviembre de 2022

Digestiones

la belleza del interior

la belleza de las tripas

la belleza de la mierda 

que aguarda la fuga

en el vientre

la belleza de todos los insultos

maldiciones y desprecios

que nunca osamos proferir

somos con la vida

una boca

unos dientes

una digestión

una materia final y maloliente

condenada al olvido

con suerte servirá

para dar algo a cambio


viernes, 11 de noviembre de 2022

En Toledo (III)

Esto es así, no exagero.
Se me ha acabado la tinta de escribir tanto
en un parquecito de Toledo.
Grafómano sin fruto, siempre cargo lapiceros
por si acaso dejara de fluir cansado
el mundo en mi cuaderno.
Me duele la cabeza de escribir y leerme,
a pesar de que caminar por Toledo
es como correr sin prisas un encierro de taxis,
cada portal un burladero
de parque temático.
Me aturde en Toledo el mismo eco
que vibra con su plata en Segovia;
me asfixia con su estopa de pesada belleza,
con la dureza de la historia metálica:
mire donde mire recibo golpes,
acabo agotado,
siento la necesidad constante de pedir perdón,
siento la alegría extrema de estar
ahí y entonces.

jueves, 10 de noviembre de 2022

Salió un grupo a ver las estrellas...

salió un grupo a ver las estrellas
tumbados en una roca aguardando
los arañazos de las perseidas
alrededor nunca hubo pausa
bajo la noche y su resplandor
nunca hubo un silencio de los cuerpos
que necesitaban chupar humo
que necesitaban regarse de alcohol
que encontraban un sentido perdiéndolo
y el cielo perdía su brillo de madrugada
sobre las pantallas de los teléfonos
en el ruido sin rumbo de las redes
que aquella noche volvieron a puerto
sin haber pescado un meteorito

miércoles, 9 de noviembre de 2022

Un día sin noche sería terrible

Imagina tanto pobre rincón

ansioso de oscuridad

que lo llene

y dé cuerpo a contraluz

para lucir así sus mejores ángulos

y guardar secretos a contrarreloj,

secretos temporales,

como un beso.


Un día sin noche sería terrible.