He vivido en los días y en las noches,
dado a lo mejor de mí en las madrugadas
y he construido torres de sol y llano
en pesadas tardes de agosto;
estoy desorientado en todas la esferas de reloj
con todo lo bueno y todo lo malo,
y aunque quizá me reste cierto vértigo de minuteros,
aunque quizá la curva de las horas en su culpa
gire aún durante mucho tiempo,
sé que nada de lo que buscamos
se encuentra en los rincones de esta espera.
Espera, esfera, espera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario