Algunos no es que no maduremos,
es que fuimos hechos para vivir tres vidas,
crecer y morir a nuestro ritmo,
no cansarnos de nada en unos años…
pero nacimos en un fugaz cuerpo de chispa,
gestado en un planeta donde el reloj
es un enemigo de lo que albergamos.
Nos faltan órbitas y células y otra forma
de doblez en el tiempo...
Queremos ser encinas pero nacimos
moscas de la fruta, perseidas.
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